Violencia ensombrece relevos en Guerrero

CHILPANCINGO.- Los 81 nuevos alcaldes de Guerrero rendirán protesta de ley hoy, en un clima de incertidumbre provocado por la violencia que se vive en los últimos días en esta Entidad, a raíz de la decapitación de ocho militares en esta capital.

En municipios de las regiones de Tierra Caliente, como Altamirano, Coyuca de Catalán, Arcelia y Zirándaro; así como los de Zihuatanejo-Ixtapa, La Unión, Petatlán y Tecpan, en la Costa Grande; Chilpancingo y Quechultenango, en el centro, e Iguala en el Norte del Estado, es mayor la tensión.

Ahí, tropas del Ejército e incluso de las fuerzas federales y estatales, han incrementado sus patrullajes y la instalación de retenes sobre las carreteras, calles céntricas y en las colonias populares de esos ayuntamientos, donde revisan todos los vehículos, domicilios particulares y a las personas.

En uno de esos retenes instalado a la salida de esta capital, sobre la carretera Chilpancingo-Tixtla, no se salvó ni el obispo de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Alejo Zavala Castro, a quien además le exigieron su credencial que lo identificara.

La búsqueda de los autores intelectuales y materiales de las decapitaciones de ocho militares, se ha concentrado sobre todo en los municipios de Zihuatanejo-Ixtapa, Altamirano, Coyuca de Catalán, Arcelia y Chilpancingo, por lo que sus respectivos alcaldes asumirán el mando de esos ayuntamientos, prácticamente bajo medidas estrictas de vigilancia por parte de los militares, policías federales y estatales.

Son más de 13 los municipios, incluido Acapulco, donde se concentra la violencia entre los cárteles de la droga en su lucha para controlar las plazas, por lo que los ediles de esos ayuntamientos asumirán el mando dentro de un ambiente de temor entre la población civil.

Hasta ahora, están bajo arraigo siete individuos capturados en Teloloapan tras un enfrentamiento con militares, dos días antes de la decapitación de los ocho militares, a quienes la PGR vincula con esos crímenes.