Miércoles, 27 de Noviembre 2024
México | POR GENARO LOZANO

Twitter, carretera libre

Los legisladores no legislan en Twitter que yo sepa. Dicho ello, Noroña bien podría ofrecer una disculpa en Twitter por haberla regado

Por: EL INFORMADOR

Genaro Lozano.  /

Genaro Lozano. /

VARADERO.- Esta semana, el diputado del PRD Gerardo Fernández Noroña (@fernandeznorona) cometió el error de contestarle a uno de sus seguidores de forma políticamente incorrecta.

La periodista Katia d´Artigues (@kdartigues) reseñó en su blog cómo Noroña llamó hijo con síndrome de Down al usuario @amputazurdos y por ello, D´Artigues decidió meter una reclamación ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).

La reclamación contra Noroña generó un debate sobre los límites de la libertad de expresión en Twitter y sobre si Conapred debería o no estar monitoreando el uso del lenguaje discriminatorio entre los usuarios mexicanos de Twitter.

Al respecto, creo que el debate es necesario, pero me parece un error llamar a Conapred para monitorear el uso de Twitter.
Creo que hay que diferenciar.

Fernández Noroña es un hombre polémico, que lo mismo se tiraba enfrente de la comitiva de Bill Clinton que le gritaba “espurio” a Felipe Calderón frente a Palacio Nacional.

Noroña ha sido siempre un hombre que sabe cómo llamar la atención. Tendrá muchos críticos, pero Noroña es todo menos tonto.

Sin duda, cuando una senadora utiliza la tribuna de Xicoténcatl para utilizar lenguaje ofensivo contra algún sector minoritario y discriminado, como fue el caso de la senadora panista Beatriz Zavala, quien el año pasado utilizó el adjetivo “mariconada” para descalificar a nueve senadores del PRI que se abstuvieron de votar un aumento al IVA; cuando un Presidente de México se refiere a las mujeres como “lavadoras de cuatro patas”, o a los migrantes mexicanos como aquellos que hacen el trabajo que “ni los negros quieren”, como hizo Vicente Fox; o cuando un candidato a la alcaldía de Guadalajara llama “anormal” a un contrincante suyo por ser homosexual, se entra en el terreno de los comentarios peligrosos que diseminan el odio, la intolerancia y la discriminación.

Sin embargo, y si bien el comentario de Noroña cae en esta categoría de comentarios peligrosos, la diferencia es que en los casos de la senadora, el ex presidente y el ex candidato, los comentarios se hicieron para debatir en tribuna, en declaraciones oficiales del Presidente de México o en un debate electoral.

En esos tres casos había ejercicio de funciones públicas, de una senadora, de un Presidente y de un candidato financiado con dinero público.

El caso de Fernández Noroña me parece distinto, porque si bien Twitter es un ciberespacio público, no creo que Noroña lo haya hecho como una declaración oficial ni en el ejercicio de sus funciones.

Los legisladores no legislan en Twitter que yo sepa. Dicho ello, Noroña bien podría ofrecer una disculpa en Twitter por haberla regado, se ganaría más seguidores, seguramente.

A final de cuentas, Twitter te da directamente como usuario el poder de decidir a quién sigues, a quién sancionas con un unfollow o de plano sacas de tu vida twittera con un block user, en qué debates quieres participar, qué aspectos deseas twittear de tu vida y cuáles no, qué ligas quieres abrir y cuáles no.

Justo porque Twitter es de todos y no es de nadie, precisamente porque en Twitter no hay reglas para el debate, porque nadie está obligado a contestar una afrenta, ni a defender sus argumentos, Twitter va por la vía libre y así debería quedarse.

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