Tren parlamentario

De los cuatro asuntos que tanto se pregonaba en los territorios del Congreso de la Unión, anoche había quienes presumían que ninguno cuajará en la Cámara de Diputados, por la simple y sencilla razón de que, de pronto, los partidos políticos con mayores representaciones se percataron de que la aprobación de esa tríada de leyes ya les significará problemas electorales importantes, por el rechazo social que llevan traslapadas en sus artículos.
Y tales leyes no son otras que ese conjunto de reformas constitucionales que el Senado envió a la Cámara de Diputados, apodadas con el mote de “reforma política”; ese otro conjunto de reformas a diversas leyes secundarias conocidas como “leyes antilavado de dinero”, que el Senado estaría también enviando a San Lázaro, la noche de este jueves; y  la ley de seguridad nacional, cuyo dictamen ya el PRI y el PAN detuvieron en seco, de súbito, con la palanca del freno de mano.

El Periodo Ordinario de Sesiones, conforme avance la jornada legislativa de este viernes, se irá desmoronando hasta que llegue totalmente su finiquito, su final, allá por la noche, o por la madrugada del sábado.

El Senado, en términos legislativos, ya hizo prácticamente lo que quería hacer: pasar a San Lázaro su ley polémica de combate al lavado de dinero, y su no menos controvertida reforma política.

El PRI, PAN, PRD y PT en la Cámara de Diputados han llegado a la conclusión de que no hay el tiempo suficiente y necesario para la continuación de sus procesos legislativos. Los senadores enviaron sus minutas aquellas tan tarde como para hacer suponer que  en realidad no querían que fueran vigentes en los próximos meses. 

En San Lázaro, tirios y troyanos han comenzado a hablar de la posibilidad en mayo de un periodo extraordinario, con dedicatoria expresa para dictaminar y votar la “ley antilavado”, la reforma política y la ley de seguridad nacional… aunque un cuarto asunto podría auparse: la elección de los tres consejeros del IFE, en caso de que este viernes, 29 de abril, el Pleno de la Cámara de Diputados no lograse elegirlos.

De hecho, este viernes, el trajinar de los diputados federales se centrará en este último asunto, luego de que, este jueves 28, prácticamente todo el día el PAN, el PRI y el PRD se trenzaron en una de esas discusiones tradicionales de sordos, que acostumbran, cuando al interior de la Junta de Coordinación Política discutían quiénes pueden ser los tres consejeros electorales del IFE, que  pendientes de su elección están desde noviembre de 2010. Ayer, había tres ternas distintas, cuando sólo tendría que haber una.

El PRI sigue sin bajarse del macho y quiere imponer a dos de los tres. E insiste en que esos dos sean Arely Gómez y Enrique Ochoa. Arely es hermana del vicepresidente de Televisa, el que responde al nombre de Leopoldo;  Y Ochoa es un hombre cercano a los intereses del PRI desde hace varios años.

El Partido Acción Nacional, en su terna, aparece el maestro David Gómez, ex presidente del Instituto Electoral del Estado de Jalisco y actual presidente de la organización no gubernamental,  pero identificada con el PAN, Jalisco Cómo Vamos. Y el también maestro Jacinto Silva Rodríguez, actual magistrado de la Sala Regional en Jalisco del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.  Anoche, en los pasillos de San Lázaro, diputados del PAN había quienes juraban que Jacinto “es el caballo negro” del PAN. 

La tercera terna es la que ha presentado el PRD, y en ésta tiene como propuesta para consejero electoral a Emilio Álvarez Icaza, ex presidente de la Comisión  de Derechos Humanos del Distrito Federal. 

A Emilio, sin embargo, no parece tener a toda las izquierdas consigo. Verbigracia: el PT y Convergencia no olvidan que, en su calidad de presidente de la Comisión de marras, criticó con severidad los plantones en el Distrito Federal que el movimiento de Andrés  Manuel López Obrador hizo en 2006, cuando reclamaba los resultados finales de la elección presidencial. 

Este asunto de los tres consejeros es el que está llamado a ocupar la mayor parte de lso tiempos y espacios legislativos de San Lázaro, este viernes. Y sin embargo, nadie garantiza que puedan ser elegidos. Por eso, cuando se hablaba de un periodo extraordinario para atender la ley antilavado, la Ley de Seguridad Nacional y la reforma política de los senadores, también se incluía como el cuarto tema en un tiempo extra a la insepulta elección de quienes se tendrían que sumar pronto al equipo de árbitros “imparciales” que el IFE debería tener ya, ante lo cercano que está el comienzo del proceso electoral de 2012.