Viernes, 18 de Octubre 2024
México | Por: Vicente Bello

Tren parlamentario

Leyes turbulentas

Por: EL INFORMADOR

Dos leyes que ha insuflado el PRI se aparecieron ayer en los territorios de San Lázaro con una gran carga de mensajes y consecuencias políticas. Aparecieron justo cuando tanto se habla de la sucesión en el Estado de México de este 3 de julio de 2011, la Entidad de la Federación que tirios y troyanos consideran crucial para los resultados electorales en el 2012. Y traían tanta jiribilla las dos, que las turbulencias en esa atmósfera densa de la Cámara de Diputados  de inmediato se hicieron sentir.

“Con este hecho”, restalló Pedro Vázquez González, diputado del PT en la tribuna de San Lázaro, “se pretende aclarar el proceso de aprobación de la iniciativa contraria a los intereses de los trabajadores, pactada entre los gobiernos de Calderón y los líderes vitalicios del Congreso del Trabajo”.

Una reforma a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, que apenas el 3 de marzo había presentado como iniciativa Luis Videgaray, el diputado del PRI más identificado con Enrique Peña Nieto, ya se le festinaba como dictamen, y se le rendía posicionamientos y a punto estaba de ser votada por el Pleno para su conversión en minuta y enviarla luego al Senado, lo que al final sucedió.

La reforma que había prohijado Videgaray –ahora con licencia, pues es coordinador de campaña del candidato priista al Estado de México-  trataba de los “anexos transversales”, con lo que –según todos los diputados- se combatirá la discrecionalidad que ejerce Hacienda en el gasto público y se reforzará, decían también, la rendición de cuentas.

Definitivamente era un dictamen muy a modo para el “cacaraqueo”, sobre todo de los priistas.  Acaso por eso Pedro Vázquez sólo dijo que informaban que votarían a favor del dictamen. Y, a la de sin susto, fue entonces cuando dio el volantazo en la tribuna  y cargó contra el PRI y contra el PAN.

“Los diputados del PRD, PT y de Convergencia”, proclamó Vázquez, “que participamos en el Movimiento Regeneración Nacional, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, queremos denunciar ante la opinión pública que el día de ayer (miércoles 30), en la Subcomisión de la Comisión del Trabajo y Previsión Social, fue presentado por el PAN un predictamen de reforma laboral sobre esta iniciativa del PRI, y desde luego con la anuencia de éste, con la que se pretende acelerar el proceso de aprobación de la iniciativa contraria de los trabajadores y pactada entre Calderón y los líderes vitalicios del Congreso del Trabajo”.

El golpe de timón en la tribuna fue tan sorpresivo que panistas y priistas sólo acertaron a desencajar el rostro.  Y más cuando, como el gato montés,  una veintena de diputados más, del PRD, PT y Convergencia, presurosos y ágiles se apearon de sus curules, cruzaron la media luna y se auparon en el pódium, colocándose en rededor de Pedro, el de la tribuna.

Carteles que estigmatizaban a Javier Lozano, carteles con letreros reprobatorios al PRI y al PAN.  Y el griterío. 

“Permítame, diputado Pedro Vázquez”, se estrenaba Uriel López Paredes como presidente de una asamblea. Hacía unos minutos, había sustituido formalmente en una de las tres vicepresidencias de la Mesa Directiva al perredista Jesús Zambrano.

Pero Vázquez González no lo oía. “…Donde el patrón está en Los Pinos y el PRI le consigue los votos”.  Y restallaba, una y otra vez, hacia el curulerío priísta y panista, que del desencajamiento comenzaba a transitar hacia el acaloramiento: “También estamos frente a una reforma póstuma del ciclo neoliberal, que pretendió flexibilizar las relaciones de trabajo y abolir las conquistas históricas de los trabajadores”.

Pedro se estaba llevando todo el tercio.  Súbitamente regresó a presidir la sesión el diputado priista Jorge Carlos Ramírez Marín.  “Llamo encarecidamente”, dijo el yucateco”, a los señores diputados a guardar el orden de la sesión”.

Veinte minutos después, la asamblea volvía al tema de la reforma a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria. Una reforma que llamaba la atención no sólo porque su autor, Luis Videgaray, consiguió la unanimidad en los votos, a pesar de que también fue objeto de críticas, como las que le hizo el petista Jaime Cárdenas Gracia, quien advertía que, otra vez, se ha olvidado incorporar en una ley fundamental del derecho positivo mexicano, como es la de marras, la figura de la sanción contra los funcionarios que, obligados por la norma, nomás no las quieran cumplir. Pero, claro, este tema, por sí solo, merece espacio aparte, sobre todo porque mucho de lo que festinaban ayer los priistas, el Ejecutivo Federal, apenas este lunes, acaba de vetar mandatos legales parecidos en la Ley de Desarrollo Rural.  Verbigracia: en la transversalidad del presupuesto, se obligará al Ejecutivo a acrecentar cada año el presupuesto para algunos sectores sociales. Y esto es lo que Hacienda no quiso hacer con el campo y por eso regresó la Ley de Desarrollo Rural.

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