Viernes, 18 de Octubre 2024
México | Por Vicente Bello

Tren parlamentario

Los pactos que vienen

Por: EL INFORMADOR

La Cámara de Diputados vivió ayer uno de sus días más agitados en éste de por sí candente periodo ordinario de sesiones. De principio a final, los ánimos se acaloraban, atizados por asuntos como el del uso de la Bandera nacional y el de la familia juarense de apellido Salazar, que nadie defiende y que ahora, los que quedan de ella, los que aún no han asesinado ni desaparecido, están en huelga de hambre ante el frontis del Senado de la República, pidiendo ayuda a quien pueda hacerlo.

Pero hubo, sin embargo, un tema en torno del cual, por esta vez, casi todos los diputados coincidieron: exhortaron al Presidente Felipe Calderón Hinojosa para que  “convoque a todos los órdenes de Gobierno y a los actores económicos y sociales, a la firma de un pacto nacional que tenga como propósito frenar la especulación desmedida y que no permita que las fuerzas libres del mercado favorezcan la criminal escalada de precios, cuyas afectaciones al costo de la canasta básica de alimentos son ya de proporciones alarmantes”.

En un segundo párrafo del Punto de Acuerdo, el pleno de San Lázaro pidió también al titular del Ejecutivo Federal convoque “al establecimiento de un plan emergente de acopio de granos para el consumo humano, que reúna y comprometa el apoyo de todos los intermediarios comerciales de este sector que operan en el país”.

Fue el PRI que, en voz de Miguel Ángel García Granados, diputado federal bajacaliforniano, decía: “Hace unos minutos el Banco de México dio a conocer el índice de inflación de la primera de semana de febrero; lo ubicó en el 0.21 por ciento contra el 0.17 que tuvimos de inflación en la primera quincena de febrero de 2010”.

Y entonces García se soltaba, y achacaba el incremento de la inflación “a la escalada de precios que se ha venido presentando en razón del desastre en la agricultura que se dio en Sinaloa, Tamaulipas, sur de Sonora y parte de Chihuahua”.

Asunto de marca mayor, éste de la inflación que se ha echado a andar. Y eso sin contar todavía el incremento de los precios internacionales del petróleo.  El priista siguió: “Reportes del mercado nos dicen que la tonelada de maíz se ha disparado de los dos mil 30 pesos a cinco mil pesos; la de frijol, que estaba en 12 mil pesos, llegó ya a 24 mil; el kilo de tomate, que está ahorita ya en 18 pesos, estaba apenas en ocho pesos la semana pasada; el de papa está en 15 pesos. Y así por el estilo”.

Y así se seguía, avisando: “Se prevé que los precios de la carne, el huevo y la leche, subirán también, porque los costos de granos y forrajes ya están por las nubes”.
Hizo entonces una argumentación que, curiosamente, el PAN dejaba pasar, cuando ha sido un defensor a ultranza del libre mercado.  “No se vale que para justificar esta lesiva escalada de precios a los artículos básicos se pudiera decir que es un fenómeno propio de la oferta y la demanda. No debe escudarse el gobierno argumentando que todo debe dejarse al libre mercado. En materia alimentaria no podemos poner en riesgo la subsistencia de millones de mexicanos”.

Vueltas que da la vida. El diputado federal que por el PAN se posicionó, fue Luis Enrique Mercado Sánchez, uno de los economistas que más recalcitrantemente ha defendido a la oferta y la demanda.

“Es momento de que hagamos un esfuerzo de unidad nacional”, decía el zacatecano, “para que los precios se mantengan en esos niveles. No debemos dejar que la escalada se produzca.  Debemos evitarlo con el objeto, insisto, de mantener una estabilidad de precios que tanto trabajo nos ha costado conseguir y que tanto trabajo cuesta mantener”.
 
En el comienzo de su oratoria, Mercado Sánchez hizo una arenga evocadora de  los discursos más encendidos del aquel Colegio de Economistas de México que tanto se ubicaba bajo las siglas del PRI: “Nadie puede estar en contra de un esfuerzo nacional de la cooperación de los distintos órdenes de gobierno, para mantener la estabilidad de la economía que tanto trabajo nos costó conquistar”…

Terciaba entre estos, el también economista, egresado ITAM, Mario di Costanzo, que en voz del PT decía que su voto sería en contra “no por el fie que persigue, sino por la forma y por los medios”.

Recriminó al pleno, pero particularmente al PRI y al PAN, que  sólo emitieran un exhorto en un asunto tan grave y delicado para la vida nacional. Con ello, insistía, sólo se le da aire a un Presidente que no quiere hacer nada contra monopolios ni acaparadores, a pesar de que está obligado a hacerlo por la Constitución.

Se aprobaba el Punto de Acuerdo.  En términos políticos, parecía un triunfo del PRI, porque  hablar de pactos es hablar de lo que ya se hizo en los tiempos, verbigracia, de Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari.

 En los otros casos, como el del uso de la Bandera nacional y la impunidad que campea en Ciudad Juárez, bien merece espacio aparte.

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