Viernes, 18 de Octubre 2024
México | Por Vicente Bello

Tren parlamentario

Gravitación del 2011

Por: EL INFORMADOR

Una reforma al Código Penal Federal que endurece penas contra el narcoterrorismo y otra –pendiente desde abril– que tiene que ver con el fortalecimiento de la defensa de los derechos humanos, podrían ser las dos reformas que todavía logren en el Congreso de la Unión antes de que concluya el actual periodo ordinario de sesiones, el 15 de diciembre, resellado desde hace varios días  por el sello de la discordia y la falta de los acuerdos entre las principales fuerzas políticas.

Este primero de diciembre, a querer o no, se convertiría en un día de balances no sólo para el Ejecutivo Federal, cuyo titular, Felipe Calderón, no ha podido bajarse de la picota del PRI,  sino también para el Poder Legislativo. ¿Cuántas leyes todavía aprobará antes de que concluya el periodo?, era la pregunta mordiente del día.  Y pocos, muy pocos, la trataban de contestar.

La noche del pasado martes la Comisión de Justicia aprobó un dictamen sobre reformas al Código Penal Federal, cuya esencialidad no es más que el incremento de penas para quienes incurran en México en actos de terrorismo. De 10 a 50 años de bote cambiaron las penalizaciones que plantea el ahora dictamen, y el danzón no podría estar dedicado más que a todos esos amurabadores que trabajan para el narcotráfico.

Un dictamen que alcanzó el consenso desde abril es el correspondiente a diversas reformas constitucionales que enfocadas estarían a fortalecer la defensa de los derechos humanos en México.

“La reforma de derechos humanos modificará sustancialmente su defensa en México”, ha dicho reiteradamente Rubén Moreira, uno de los diputados federales que más la han impulsado.

Este conjunto de reformas sobre la materia de derechos humanos permitirá a la  Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) investigar violaciones de los derechos humanos y, también, presentar  denuncias ante el ministerio público y los juzgados civiles.

En torno de estos dos temas, el debate se acalorará estos días, aunque también serán noticias los otros que no habrán de cuajar, finalmente, por la falta de acuerdos derivada de la turbulenta relación política en que se encuentran  las principales fuerzas políticas del país.

“Definitivamente no van a pasar las reformas del tema de la seguridad”, no al menos de aquí a diciembre, y se tendrán que negociar en 2011, ya decía este miércoles, al mediodía, el coordinador del grupo parlamentario del PT Pedro Vázquez González.  La confirmación del naufragio.  Como tampoco –hubo insistido Vázquez– la reforma laboral, la reforma de los vales de medicinas que insuflaba el PVEM.
Siempre en medio de una o dos reformas de gran calado, suelen colarse alguna docena de reformas de no mucha consecuencia o alcances.

Pues ayer al menos, primero de diciembre, no se avizoraban tantas, tampoco, porque el trabajo de las comisiones ordinarias ha permanecido prácticamente detenido, frenado, aletargado.  

Ayer, verbigracia, de las 40 y tantas comisiones ordinarias de la Cámara de Diputados, sólo dos se habían reunido para trabajar (la de Seguridad Social y la de Salud), aunque tampoco de esas reuniones salió dictamen alguno.

Esto no quiere decir que de aquí al 15 de diciembre no vayan a encenderse las comisiones y se pongan a sacar dictámenes –menores, eso sí– como el horno de la panadería saca bolillos justo al cuarto para las doce.
Veremos.

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