Piden mexicanos y franceses reconsiderar postura a Sarkozy

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PARÍS, FRANCIA (01/MAR/2011).- Una nueva carta abierta firmada por cerca de una treintena profesionales mexicanos y franceses del mundo de la cultura al presidente galo, Nicolas Sarkozy, que reconsidere su decisión de dedicar el Año de México en Francia a la francesa Florence Cassez.

La tensión diplomática entre los dos países a raíz de la negativa de México a extraditar a Cassez -condenada a 60 años de cárcel por secuestro- llevó a Sarkozy a anunciar que en cada acto del año cultural se leería un texto en recuerdo de la presa francesa.

El Gobierno mexicano consideró entonces que esa decisión "desvirtúa el sentido y el espíritu" de los eventos culturales e indicó que suspendía su participación en el proyecto a la espera de una rectificación gala.

"Estamos consternados por la cancelación del Año de México en Francia. De confirmarse representaría un desastre para las relaciones culturales entre nuestros países en todas las disciplinas programadas para este año", dice el colectivo signatario de la carta.

Entre los firmantes figura el presidente de los encuentros de cine de América Latina de Toulouse, Francis Saint-Dizier, que mantiene a México como país invitado entre los próximos 18 y 27 de marzo pese al desencuentro, o el responsable del festival de cine "Travelling" de Rennes, Eric Gouzannet, que se celebró en febrero pese a la polémica.

El grupo destaca que las actividades programadas son "numerosas" (más de 300) y que su cancelación afectaría gravemente "en primer lugar, al público, al que se privaría de fabulosos descubrimientos, y a las relaciones entre artistas mexicanos y franceses".

Y en segundo lugar, según los firmantes, sería "un desastre para la estabilidad financiera de los eventos, pues habría que encontrar otras formas de financiarlos o, en su defecto, eliminarlos a pesar de que buena parte de sus fondos ya están comprometidos".

Esta misiva se suma a otra carta abierta dirigida también a Sarkozy, en la que más de 500 personas, incluidos cineastas como Carlos Reygadas ("Luz silenciosa"), Juan Carlos Rulfo ("En el hoyo") o Rigoberto Perezcano ("Norteado") piden no instrumentalizar esa actividad "como medio de presión" en el conflicto diplomático.