Peña Nieto reconoce que hubo excesos en Atenco

CIUDAD DE MÉXICO (29/MAY/2012).- Por primera vez, Enrique Peña Nieto reconoció que hubo excesos en San Salvador Atenco, aquel mayo de 2006.

El candidato de la coalición Compromiso por México se reunió en el Alcázar del Castillo de Chapultepec con el Movimiento de Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), y ante los reclamos de una habitante de dicho municipio, dijo: “Este caso me dejó la lección de que el uso de la fuerza debe estar basado en protocolos”.

Al igual que sus tres contrincantes, Peña Nieto recibió fuertes críticas de parte del poeta Javier Sicilia y del movimiento, que acusó al ex mandatario estatal de haber ordenado el operativo en esa localidad mexiquense.

La represión del 3 de mayo en San Salvador Atenco dejó dos muertos, decenas de detenidos  y varias mujeres abusadas sexualmente por parte de los agentes, quienes intentaban desalojar a los floristas, que se oponen a la construcción de un aeropuerto.

El candidato mexiquense ya había recibido severas críticas por eso hechos de parte de estudiantes de la Universidad Iberoamericana, quienes incluso lo tacharon de asesino.

Javier Sicilia le dijo a Peña Nieto  que enarbola un discurso frío, “muy acostumbrado al viejo  PRI que nos aterra a todos”.

“No le escucho pedirle perdón a las víctimas, son discursos muy fríos… me preocupa de que no hable de la ley humana y ciudadana de seguridad de su partido”.

La de ayer también fue la primera aparición pública del mexiquense después de decir que era tiempo de dejar atrás el pasado, en alusión a los gobiernos priistas anteriores.

Josefina Vázquez Mota también compareció ante el MPJD; las críticas en su contra se centraron en la continuidad que quiere darle a la lucha contra el crimen organizado implementada por el Presidente Felipe Calderón. “Ni usted ni su partido han visto por las víctimas de la delincuencia”, le dijo Sicilia, cuyo hijo fue asesinado en marzo del año pasado en Cuernavaca.

Josefina sí pidió perdón a las víctimas de la violencia, y aprovechó para resaltar que en su partido no hay personas ligadas al crimen organizado, golpeando por igual a priistas (por casos como el del ex gobernador Tomás Yarrington, ligado al cártel del Golfo) y perredistas (en referencia al ex diputado federal Julio César Godoy, relacionado con “La Familia Michoacana”).

Cuando tocó el turno a Andrés Manuel López Obrador, le dijeron que  representa el “mesianismo” y la incapacidad para señalar y castigar la corrupción de muchos miembros de su partido. El tabasqueño se defendió al decir que desde hace 35 años lucha por sus ideales, por lo que pidió que no lo metieran “en el mismo costal” que a los demás políticos, “yo sí puedo ver a la gente con la cabeza en alto”.

El candidato de Nueva Alianza, Gabriel Quadri, fue fuertemente criticado por decirse candidato ciudadano. “Es la usurpación de las candidaturas independientes”, le dijo Sicilia, quien mantuvo el mismo tono con todos los aspirantes.

Quadri por su parte, propuso cambiar la estrategia contra el narcotráfico y atacar la economía de los cárteles.

Al final de cada comparecencia, el Movimiento por la Paz llamó a los candidatos a firmar un pacto de unidad y de protección a víctimas antes del 10 de junio próximo.

También se les presentó una agenda de cuatro puntos que les pidieron adoptar en caso de ganar la Presidencia: justicia para las víctimas de violencia; cambio en la estrategia de seguridad que no esté subordinada a los intereses de Estados Unidos; combatir el “lavado” de dinero, y tener una democracia participativa y democratización de los medios.

“Limpien sus filas, que nos empiecen a dar una muestra clara de su distanciamiento con la delincuencia y con los delincuentes que hay en sus partidos”, finalizó el poeta.