Mujeres presas sufren mayor abandono familiar

CIUDAD DE MÉXICO (06/AGO/2011).- Las mujeres reclusas son las que padecen en mayor medida el abandono familiar y las condiciones precarias de vida en las cárceles, debido a las deficiencias de la impartición de justicia en el país, aseguró el ombudsman capitalino Luis González Placencia.  

Al participar en el foro "Derechos humanos de las mujeres en reclusión", señaló que los centros de reclusión son modelos de continuidad de una violencia que es estructural.  

Explicó que de entrada las mujeres enfrentan exclusiones por su condición de género, las desigualdades que se producen por los privilegios y jerarquías al interior de los penales.  

Además, experimentan el abandono de la familia en una proporción más aguda que los hombres, sostuvo el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF).  

En este sentido consideró que la sociedad tiene una deuda histórica con las mujeres en reclusión y las instituciones están obligadas a utilizar todos los recursos a su alcance para al menos hacer posible la condición de igualdad.  

"La construcción de una sociedad de iguales, en la que las diferencias legítimas no sean motivo de escarnio, persecución o violencia, es el verdadero triunfo de una sociedad democrática", afirmó.  

A su vez, la presidenta de la Comisión de Equidad y Género de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Beatriz Rojas, dio cifras estadísticas de los centros femeniles penitenciarios en la ciudad.  

Refirió que hay actualmente mil 997 internas que representan 4.9 por ciento de la población penitenciaria total, que es cercana a las 40 mil personas.  

Detalló que 20 por ciento de las mujeres internas enfrentan cargos por tráfico de drogas, 43.7 por ciento está acusada de robo, 9.3 por ciento de secuestro y 8.1 por ciento de homicidio.  

Añadió que 70 por ciento de las internas son jóvenes que tienen entre 18 y 30 años; 14 por ciento son analfabetas, 56 por ciento sólo tienen educación primaria y únicamente 30 por ciento tiene educación secundaria o superior.