México tiene prisa

Tal como los grandes personajes de la humanidad lo han advertido, pensar y actuar positivamente, siempre trae por consecuencia el éxito en todos los ámbitos en que se desenvuelva; así que mostrarse optimista por el futuro, lejos de parecer progobiernista o iluso frente a la realidad, es comprometer nuestra actitud hacia la obtención del mayor volumen de resultados posibles.

Afortunadamente los mexicanos nos hemos comprometido a lo grande, y en consecuencia comenzamos a recibir los frutos del esfuerzo. Recientemente el Presidente Felipe Calderón nos recordó que durante el año pasado se lograron resultados trascendentes en materia de empleo, por arriba de las 800 mil nuevas plazas laborales, incluyendo las poco más de 70 mil reportadas por el ISSSTE, el registro más alto en la primera década del presente siglo.

Mientras que los secretarios de Hacienda y Crédito Público, Ernesto Cordero Arroyo, y del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón, destacaron en sus respectivos reportes, que seguimos estando por arriba de los niveles máximos observados durante la crisis de 2008 y 2009.

Cordero Arroyo resaltó que 70% de dichos empleos son permanentes, además de adelantar que para el presente año se espera un ritmo positivo en creación de fuentes de trabajo. Tales cifras representan un aumento de 5.3% con respecto al año pasado, e incluso desde 1986 no se veía una cifra parecida en cuanto a generación de empleos.

No en vano afirman los expertos que el pesimismo frente a la vida, atrae ordinariamente nubarrones y escasos resultados, por lo que siguiendo la lección de nuestros ancestros, cuanto más lejos sean tus pensamientos, más abundantes se encontrarán los resultados de tus acciones.

Así que va el optimismo por delante, acompañado de esfuerzo comprometido y determinación a lograr el máximo de metas posibles hacia el futuro; cierto es que el año 2010 fue muy intenso en cuanto a malas noticias, desastres naturales,  tragedias colectivas y personales para muchos, lo que de alguna manera empañó nuestra vista hacia lo mucho positivo que logramos como sociedad mexicana, por encima incluso de otras naciones desarrolladas.

No se trata de consuelos colectivos, sino de mirar con justa dimensión la realidad de nuestro entorno, en donde por ejemplo en materia de empleo avanzamos en su recuperación; de igual forma en inversión extranjera se mejoró 7%; en el balance monetario ganamos terreno frente al dólar y en inflación estamos por abajo de 4% previsto originalmente, indicadores muy distintos en otras latitudes del orbe.

Este 2010 fuimos muy productivos al alcanzar los registros previos a la crisis de 2008, que dicho sea de paso, ha sido una de las más intensas a nivel mundial, después de la históricamente reportada en el año de 1929, así que sin duda alguna, México tiene Prisa por salir adelante, y estos indicadores sin duda alguna nos brindan certidumbre de que lo mejor está por venir.

P.D. Gracias a Dios ya se acabó el puente Guadalupe-Reyes, tremendamente improductivo.
* es consultor y empresario.