CIUDAD DE MÉXICO (21/SEP/2016).- El académico del CIDE, Ricardo Raphael, afirmó en el Senado que la iniciativa de reforma a la Constitución en materia de matrimonio igualitario, en vez de un debate, suscitó “una retórica de la intransigencia, que es lo peor que le puede ocurrir a una discusión sobre un texto constitucional”.En el Foro Matrimonio Civil Igualitario, convocado por la Comisión de Derechos Humanos del Senado, Ricardo Raphael rechazó diversas mentiras que se han difundido, como parte de una retórica de la intransigencia, y afirmó: “Temo que este país se vea arrojado a una polarización más, a partir de un tema que jurídicamente estaba resuelto”.Dijo que generar polarización en un tema de reforma a la Constitución -- la cual nos permite tener cuerpo social y construir consensos, no disensos--, genera el riesgo de que un bando gane y otro pierda, y entonces se tiene un texto constitucional inestable que tiende a verse modificado al infinito. “Temas como este no pueden llegar a buen puerto”, dijo.En la intransigencia, primero se construye una conspiración detrás de todo: como que se quiere terminar con la nación, con el mundo, con el individuo, las tradiciones, la comunidad y se vaticina un fin catastrófico, explicó el académico del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).“Habría que decirle a la retórica de la intransigencia que no existe una conspiración alrededor del matrimonio igualitario. Lo que ellos llaman el Lobby Gay, es un grupo que en democracia está apoyado por mayoritarios o muy numerosos de la población”.Se trata, dijo Raphael de un grupo social con interés legítimo para ampliar sus libertades, para igualarse en libertades, y al defender esto, “no hay fin del mundo”, como tampoco la procreación acaba, como no se ha interrumpido en 100 mil años o por lo menos 60 mil años de humanidad, en la que “las formas de la familia son innumerables”.En todo caso a la familia natural habría que ubicarla en la historia humana, comentó al rebatir diversos argumentos en contra del matrimonio igualitario, como el “invento” de la ideología de género.Tampoco es cierto que vaya a haber decretos presidenciales para prohibir baños de hombres y mujeres, y de que niñas y niños a los cuatro años tengan que decidir su orientación sexual.“Son mentiras que permiten montarse en la intransigencia y romper la posibilidad de diálogo sobre un tema constitucional”, subrayó.Dijo que en esa discusión, lo que lo alarmó fue que la Conferencia Episcopal Mexicana haya expresado una postura propia de la retórica de la intransigencia, de modo que el arzobispo de la Ciudad de México, Norberto Rivera, ya no se quedó solo en ese rechazo, sino que hasta sus propios enemigos apoyaron dicha discusión.“Me preguntó qué hay detrás y que cada quien se haga responsable del ejercicio de la retórica de la intransigencia que rompe sociedades”, afirmó el académico.Luego planteó que no era necesaria una iniciativa presidencial de reforma constitucional sobre matrimonio igualitario, pues a favor de esta figura ya se había pronunciado la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y en protección de las personas del mismo sexo a adoptar.
