El director general de la casa encuestadora Imerk, Manuel Lugo Gómez indicó que según una identificación, el impacto tuvo gran penetración en los cinco municipios entre los clientes regulares a este tipo de comida. Refirió que la encuesta reveló que sin embargo, esta noticia no sorprendió a muchos, ya que siete de cada diez personas afirmaron que ya habían escuchado que se realizaba esta práctica en algunos restaurantes especializados en este tipo de cocina. Dijo que la justificación que dio el propietario del restaurante clausurado de que "la carne de perro era para su consumo personal" fue tomada como falsa por siete de cada diez bajacalifornianos, según la encuesta. Recordó que ocho de cada diez bajacalifornianos acostumbraban a comer con regularidad comida china, principalmente en Mexicali, Tijuana y Playas de Rosarito, pero luego del suceso, las ventas en este sector gastronómico caerían en más de 65 por ciento. Pese a ello, agregó que tres de cada 10 bajacalifornianos afirmaron que seguirán comiendo en los restaurantes de comida china, y otros tres aseguraron que dejarán de comer en ellos, y tres más que no lo harán hasta que se regularice la situación. Refirió que lo preocupante es que ocho de cada diez ciudadanos del estado consideraron que esta práctica pudiera no ser exclusiva de los restaurantes chinos, sino que también pudiera darse en otro tipo de centros gastronómicos.