Contrainteligencia: ¿Tema olvidado de Seguridad Nacional?

Con frecuencia en este espacio abordamos temas relacionados con la seguridad nacional y la capacidad de un Estado de defender los intereses primordiales de la nación.

Uno de los temas que abordamos con anterioridad fue la falta de inteligencia para enfrentar el crimen organizado y qué reformas se requieren para tener corporaciones que puedan ejercer con más eficiencia sus funciones.

Hoy en este espacio vamos a abordar un tema poco discutido públicamente, pero que tiene un impacto fundamental en la capacidad del Estado de enfrentar el crimen organizado y que de hecho es un método importante en que las empresas se protegen de la competencia.

Estamos hablando de la contrainteligencia.

En Seguridad Total TV entrevisté a Alejandro Alegre, ex director del Cisen, donde me comentaba que en México sí había la capacidad de las corporaciones de producir inteligencia, pero “sí es insuficiente, es decir, me parece que la capacidad que tiene instalada el Estado mexicano para producir inteligencia en materia de seguridad pública es limitada”.

Recordemos que cuando hablamos de inteligencia no sólo estamos refiriéndonos a la producción de conocimiento que permite darle un contexto real a una situación o un fenómeno específico a las personas que tienen que tomar decisiones de políticas públicas.

Es tan importante el tema de inteligencia para la supervivencia del Estado que, el ahora nuevo presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y ex ministro de defensa de su país, me señalaba que “sin inteligencia la guerra está perdida, sin inteligencia uno puede tener el Ejército más numeroso o la Policía más numerosa y va a ser totalmente inefectiva”.

Pero yo le agregaría al comentario de Santos otro factor fundamental para la supervivencia no sólo del Estado, sino de las empresas. También se requiere de estrategias de contrainteligencia.

La forma más fácil y más eficiente de obtener información útil para un Cártel de las drogas o de una empresa competidora es tener personas infiltradas que faciliten la información, ya sea por razones económicas o amenazas a la integridad física.

Otro aspecto de la contrainteligencia es tener mecanismos para poder identificar estos “malos empleados”.

Aunque usted no lo crea, muchas empresas están implementando mecanismos similares, incluyendo exámenes antidoping.

Para los empresarios se les recomienda que consideren las medidas de seguridad que la empresa contempla o tienen en vigor en las empresas como resguardo de información, los controles físicos de las instalaciones y también el factor humano.

Una última reflexión. Uno de los libros de estrategia más importante del mundo, “El Arte de la Guerra”, del general Sun Tzu, señala que “para ganar una guerra lo primero que tienes que hacer es conocer a tu enemigo, conocer sus debilidades, sus fortalezas, pero no basta eso, tienes que conocerte a ti mismo”.

Si las instituciones o las empresas no tienen la capacidad de conocer sus fortalezas y debilidades, cualquier estrategia de inteligencia o contrainteligencia tendrá poca utilidad.