Calidad de vida es…

Ir al mercado y hacer magia con los 58 pesos del salario mínimo, seguir buscando trabajo después de meses de hacerlo sin ningún resultado favorable porque ya se tienen 40 años de edad y “usted ya está viejo” dicen los contratistas, ver cómo otros no saben qué hacer con tantos recursos, mientras tú no sabes cómo pagar la deuda que le debes al SIAPA y el Infonavit, calidad de vida es tener que buscar la manera de disfrutar el camión que tomas todos los días porque ¿pensar en un carro?… sólo cuando los tienes que esquivar por las calles.

A poco no le parece interesante saber y confirmar quién tendrá la mejor percepción de lo que es la calidad de vida: ¿Las cifras alegres y lastimosas que ofrece el Gobierno, o lo que se vive a diario al interior de muchas familias en México?

Tarde se les hizo para salir y decir que la mejora de los habitantes de este país ha sido muy significativa en la última década. El pasado 28 de marzo el Presidente Felipe Calderón presentó los resultados definitivos del Censo de Población y Vivienda elaborados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), donde se destaca que las familias más pobres han incrementado su acceso a servicios “tan importantes como la salud, educación y vivienda”.

También mencionó que aumentó el número de trabajadores que reciben mejores salarios reales, porque quien gana más de tres salarios mínimos pasó de 25% a 37%, que si sacamos las cuentas en suma no dan ni los seis mil pesos al mes, cantidad suficiente para vivir holgadamente que dijo y desdijo el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero.

Y fue precisamente este funcionario el encargado de subrayar lo anunciado por el Primer Mandatario y orgulloso habló hace unos días que este gran logro se debe a la exitosa implementación de políticas macroeconómicas, “hoy 82% de las viviendas en el país cuenta con refrigerador”. ¿Y eso hay que aplaudirlo? Sería interesante saber cuántas de esas viviendas tienen dinero para llenarlo de alimentos.

El término “calidad de vida” es definido como la calidad de las condiciones de vida de las personas y por ende, la satisfacción que provocan en las mismas. Por eso algunos analistas coinciden en que el término es subjetivo. Lo que puede ser una calidad de vida para unos, para otros simplemente no lo es. Se habla de un todo complementario: calidad de vida material, psicológica, cultural y hasta espiritual, pero pareciera como la definición de felicidad, completamente no lo eres, a veces sí, y otras… en parte.

Entonces no vengan con sus discursos mareadores y fantásticos; aquí, como en otras circunstancias, cada quien sabe cuál es su dura realidad. A estas alturas las autoridades no deben atentar contra la inteligencia de la gente, y si quieren saber lo que es calidad de vida, que vayan a Noruega, el país que encabeza la lista de la ONU en este tema, aunque seguramente con sus sueldos más de alguna vez lo han visitado.