La primavera despierta en Los Cabos

La eterna discusión previa a salir de vacaciones, ¿playa o ciudad? ¿Desierto o bosque? Bueno, con Los Cabos eso no es problema, porque lo tiene todo (bueno, bosque no tanto, ¡pero casi!). Su ubicación geográfica, justo en la “pared” que divide el Océano Pacífico del Mar de Cortés, lo convierte en una zona muy atractiva para  quienes buscan disfrutar del mar o corretear por el desierto. Además, la ciudad tiene una intensa vida nocturna con tintes culturales.

Toda ciudad tiene un icono que la distingue, y en el caso de Los Cabos, fue la naturaleza la encargada de otorgárselo: El Arco. La formación, que nace en el mar, es una de las atracciones turísticas más populares y fotografiadas por los turistas. Puedes rentar un paseo en lancha para acercarte, y lo mejor es hacerlo lo más temprano posible, cuando el mar se encuentra más tranquilo.

Los Cabos se encuentran en una de las zonas con mayor riqueza natural del México, ¡y del mundo! No son pocos los viajeros que llegan a este destino para disfrutar de uno de los espectáculos naturales más asombrosos: La observación de ballenas grises, jorobadas y orcas. De diciembre hasta este mes de marzo, viajan desde el Ártico en busca de aguas más cálidas, donde reproducirse, dar a luz y disfrutar de sus pequeñas crías.

No nada más los turistas se han visto atraídos por este destino. Chefs llegados de todo el mundo han encontrado en esta ciudad un nuevo hogar, además de un punto donde dar rienda suelta a su creatividad. Algunos de los restaurantes más populares por su calidad y originalidad son 12 Tribes (Av. Pescador S/N) y Acre (Rincón de las ánimas). Te conviene llevar flojito el fajo.

Mezcla de adrenalina y paciencia, pescar en mar abierto es una experiencia asombrosa para todo viajero. Y en Los Cabos es un infaltable. Las aguas de la zona son el hogar del marlín y el pez espada, entre otros, por lo que puedes estar seguro que tomar la caña de pescar será el inicio de una aventura sensacional.