Suman peticiones para revisar ley antiborrachos

GUADALAJARA, JALISCO (25/MAR/2011).- Por separado, el secretario de Salud en Jalisco, Alfonso Petersen Farah, y el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos  ( CEDHJ), Felipe de Jesús Álvarez Cibrián, coincidieron en que es necesario revisar el paquete de reformas aprobado el año pasado conocido como ley antiborrachos, cuyo fin es disminuir la incidencia de accidentes vinculados al binomio alcohol-volante.

Y es que la polémica vertida en los últimos días por dos accidentes vehiculares dejó al descubierto que hay lagunas en torno a la aplicación de las nuevas disposiciones legales. En específico, refieren que es necesario que se revise el posible caso de los conductores que participan en percances y se niegan a someterse a la prueba de alcoholímetro.

El secretario de Salud calificó como lamentable el hecho de que los involucrados en un accidente —como los ocurridos en los últimos días, en los que murieron dos adolescentes en diferentes hechos— no se sometan a las pruebas.

“Es algo que lamentablemente ocurre, necesita que se revise por parte de los diputados, que se incrementen los mecanismos de protección necesarios”, apuntó.
“Por ningún motivo, una persona que estaba llevando a cabo una acción irresponsable como es manejar bajo los efectos del alcohol, debe estar fuera de las acciones legales que corresponden”.

Según Petersen Farah, es necesario encontrar un mecanismo que no permita que se dejen de hacer las acciones que dicta la ley antiborrachos.

“Desconozco los mecanismos jurídicos que puedan estar pasando en torno a la ley salvavidas, pero debe haber una revisión profunda”.

En lo que corresponde al Consejo Estatal de Protección de Accidentes en Jalisco ( CEPAJ), dijo que mantienen trabajo permanente con los diputados sobre la ley; sin embargo, no le corresponde a ese organismo hacer las modificaciones a la misma.

La meta a largo plazo, agregó, es desincentivar el hecho de que la población conduzca un vehículo automotor de manera irresponsable, después de haber ingerido alcohol.

Por su parte, el ombudsman recordó el accidente ocurrido el pasado 12 de marzo en la colonia Providencia, en el cual murió una joven y uno de los conductores rehusó someterse a la prueba de sangre, por lo que los peritos realizaron un examen clínico y determinaron que había tomado alcohol.

El joven fue consignado por homicidio a título de culpa grave al Juzgado Segundo de lo Penal, donde fue desacreditada el agravante por ebriedad, por lo que fue puesto en libertad tras el pago de una fianza de 100 mil pesos.

“Ese dictamen no tuvo esos alcances jurídicos para poder ser considerado como un documento con todo tipo de credibilidad y de certeza jurídica, y ahí es donde está entonces un tema que debe ser analizado”, apuntó en rueda de prensa.

La revisión como la practicada en el caso del joven determina el nivel de embriaguez tras aplicar un interrogatorio a la persona para conocer si se ubica en tiempo y espacio, tiene aliento alcohólico, está agresivo o habla con fluidez, además de tomar en cuenta su frecuencia cardiaca, reflejos pupilares y la percepción y coordinación motriz.

Telón de fondo

Liberan a conductor

Tras permanecer más de siete días en prisión, un hombre que protagonizó un percance vial en la colonia Providencia, en el que perdió la vida una joven, salió en libertad bajo fianza el pasado 19 de marzo.

Se trata de Pablo Mora Dragicevic, quien recuperó su libertad tras haber pagado 100 mil pesos como importe por obtener su libertad personal.

Ante tal resolución, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) mostró su inconformidad de la puesta en libertad del presunto responsable de la muerte de una joven en el accidente vial; así lo dio a conocer a través de un comunicado de prensa.

“La fiscalía, la cual no ha sido notificada de dicha resolución, misma que al parecer fue tomada un día antes de que venciera el término constitucional, esperará conocer de manera oficial el fallo del juez Segundo de lo Penal, Francisco Javier Castellanos de La Cruz, para interponer el recurso de apelación”.

Fue la madrugada del 12 de marzo, en el cruce de las calles Río de Janeiro y Ontario, cuando se registró el choque entre una camioneta Ford Explorer, en la que viajaban cuatro mujeres, y un Volkswagen Golf, que era conducido por Pablo Mora Dragicevic. Como resultado perdió la vida la joven Andrea Vaca Rodríguez, de 18 años, quien viajaba como copiloto de la camioneta, mientras que sus acompañantes, entre ellas su mamá, Cecilia Rodríguez Domínguez, de 44 años, resultaron con lesiones.