Primero de Mayo, la 'marcha por el futuro'

GUADALAJARA, JALISCO (01/MAY/2014).- Como cada año, ellos abandonan la confortabilidad de sus hogares, renuncian a uno de los pocos días libres y se despiden de un puente vacacional a cambio de horas de caminata bajo el intenso sol de mayo. Unos cuantos llevan consigo a parejas e hijos que se unen a su lucha.  Están armados con pancartas y gritos de protesta que se alzan sobre la multitud "¡UdeG presente, prepa 6 presente, prepa 2 presente!".
 
La marcha del primero de mayo es ya una tradición para los miles de trabajadores que se manifestaron desde avenida Chapultepec hasta la Plaza de Armas en busca de la defensa de sus derechos laborales. Las causas que los llevan ahí son varias, unos reclaman mejores salarios, otros menos horas de trabajo, unos más, casas de retiro para jubilados, pero a todos los une la búsqueda de mejores condiciones de trabajo.
 
Los manifestantes se extienden por más de seis cuadras sobre la calle Hidalgo. Es imposible contarlos. Las camisetas son el único distintivo que permite identificarlos como parte de un sindicato. Hay trabajadores del DIF, del Sistecozome, Protección Civil y Bomberos que portan sus cascos de trabajo. No obstante, los miembros de la Universidad de Guadalajara lideran la manifestación.
 
Luis marcha solo, cargado con una bandera blanca que dice "Sindicato Único de Trabajadores de la UdeG", a veces se une a los gritos de la multitud, otras simula marchar cual soldado. Lleva trabajando más de cuatro años para la universidad y tiene dos hijos. No obstante, reclama que las condiciones laborales no son las óptimas para mantener a una familia. "Algunos ganamos 4 mil pesos y tenemos hijos. Para la canasta básica y mantener a los niños... Es insuficiente".
 
Cuando Luis alcanza al fin el punto de culminación del mitin en el centro de la ciudad, Francisco Díaz, secretario general de SUTUdeG se une a su causa desde el centro del escenario. "Nuestra principal lucha es y debe de ser por nuestros salarios", exclamó el secretario a la multitud que se le unía en la plaza.
 
"Sí tenemos derecho a recibir un salario, pero todos sabemos que el salario no nos alcanza", continuó Díaz, mientras Luis vitoreaba desde la calle, agitando su bandera. El secretario explicó que, durante décadas, los trabajadores del país han sufrido los efectos de políticas económicas, las cuales sólo han servido para mantener los salarios bajos.
 
Durante su discurso, Francisco Díaz recalcó también la constante alza en los productos de la canasta básica, los cuales, de acuerdo con el secretario, tienen precios que suben hasta 40% ó 60%, mientras que el salario no alcanza ni un 4% de aumento.
 
No obstante, la lucha no es sólo por ellos. Díaz afirmó que el día de hoy también alzan la voz por las generaciones más jóvenes, quienes, a pesar de contar con estudios, son incapaces de encontrar trabajo.
 
"El secretario tiene razón, ésta es una marcha por nuestros hijos y por el futuro", coincide Luis.
 
El discurso del secretario está llegando a su fin, pero los asistentes saben que la lucha aún no termina. Las palabras inspiran, pero no bastan. Las acciones no se desvanecen como las frases. "No podemos estar esperando a que otras personas hagan algo para que las cosas cambien", concluye el secretario. "A ellos (los gobernantes) hay que exigirles que cumplan como bien se ha dicho, que cumplan con la ley, pero también tenemos que saber qué nos corresponde a nosotros".
 
La multitud aplaude a la salida de Francisco Díaz y, antes de abandonar el estrado, se vuelve ante los trabajadores y afirma: "Yo estoy convencido, unidos somos imparables".

EL INFORMADOR / DANIELA CASTILLO