¿Presiones a mí?

— ¿Cómo ven, mis cuatachones, le entramos a la “grilla”, pero a la de la “grande”?
— Oigan, ¿qué les parece la que le están haciendo a Beatriz Paredes, la presidenta del tricolor?, la quisieron obligar sus correligionarios a que ya decidiera y se fuera a coordinar a sus diputados en el Congreso, dejando su actual cargo, y ándale que demostró que tiene más salidas que el Periférico, pues se colocó en modesto segundo lugar en la lista de “pluris” y va a continuar en su oficina ahora que está enrachada.
— ¿Y qué con eso?
— Pues que si le salen las cosas como hasta ahora, en las elecciones de 2010 y 2011 tendrá posibilidades de hacerle de “chivo los tamales” a Enrique el de la “Gaviota”, y a la mera y llega en el 2012 como candidata a la “grande”.
— ¡Ah!, ¿o sea que tendríamos una presidenta como la Bachelet en Chile o la Merker en Alemania?, no, mejor me quedo con la Bruni de Francia.
— Oiga, pero la Carla es primera dama, no es presidenta.
— Pero manda como si fuera, y ¿a poco no la aceptaba mejor que a las tres?, además, de las otras ninguna canta… ¿o piensa que la Beatriz con las tres canciones que se sabe y la vestimenta que se carga le alcanza para llegarle a la francesa?
— Vamos siendo serios, le estoy explicando, para que entienda.
— Pero a ver, ¿no sería chido ver un choque de trenes entre la Paredes y la Josefina?, a la mera hasta los “perdedistas” ponen otra mujer de líder y entonces sí se pondría “cañón”, hasta las seguiría en la tele en el “divertidísimo” canal del Congreso, le harían la competencia a la serie “Mujeres Asesinas”.
— Fíjense compañeros, que los partidos no andan tan errados, quienes decidieron en las pasadas elecciones fueron mayoritariamente mujeres, ya fuera votando, o por su influencia en la familia, como pegó duro la crisis, ellas propusieron el cambio.
— Entonces si ellas deciden, lleva mano “el galán” del PRI, ¿o a poco su mujer aquí no votó por el tal Aristóteles? ¿Me va a decir que le entendía a su “verbo”, o a sus propuestas?, nada, ella votó por él, porque se parecía al de la “Gaviota” y namás.

— Miren, sólo les recomiendo que no pierdan de vista a la señora Paredes; aquí en Jalisco puso al que quiso, quitó al que no le caía. En los otros estados de la República hizo igual. De que le sube “agua al tinaco”, le sube, y vaya que tiene pantalones, y el que dude que se asome.
— Ya se puso “espeso”, ya mejor me voy.