No pasa nada, hasta que pasa

Pues nada, déjenme les cuento que la historia de las guarderías sigue dando de qué hablar.
Anoche mi compadre Juan, siempre tan metiche en cosas que a nosotros los mortales ni nos van ni nos vienen, quería enterarse quiénes aquí eran los que se despacharon con las concesiones de las guarderías, y luego luego soltó que de seguro serían de los "machines" y de los meros "grillos" de Guadalajara.

La verdad, pienso que mi compadre más que nada quería ver cómo le hicieron para buscarse una para él.

Esteban, fiel compañero de mesa y que sí aporta para las cuentas, no es de los que llega, toma y se levanta y te deja ensartado con la dolorosa, dijo: "Aquí en Jalisco salieron nombres de concesionarios, líderes obreros y gente allegada al Seguro Social en otros tiempos… Que si el "Güero" Barba, que si su cuate Riverón, una hermana del tal Galván de los priistas, en fin.
Oye —preguntó Juan—, pero ¿desde cuándo las guarderías no son del Gobierno?, pues luego ¿qué otras cosas las tienen los "cuates"?

Mira, mira, replicó Esteban, las carreteras ¿de quién crees que eran?... pues de los cuates de los "picudos" de entonces, bueno mientras que eran negocio, luego cuando les llegó la lumbre a los aparejos, se las aventaron.

¿Entonces ahora les irán a aventar las guarderías también?
No, compadre, hay de todo, yo no sé qué haría mi mujer con las niñas si no estuvieran las guarderías.

Más bien qué harías tú, Juanito; sin las guarderías mi comadre no podría salir a trabajar y por lo tanto, tú no estarías aquí echándote los vinos, ja, ja, no te ajustaría, o tendrías que trabajar doble para emparejar.

Entonces dime, Esteban, ¿qué tanto lío con que no quería el Gobierno dar los nombres de los concesionarios?, ¿es negocio chueco de unos cuantos, o qué?

Mira compadre, la guardería es un negocio lícito como cualquier otro y no todas son de "grillos", lo que sí es que todas son negocio y a las de los "grillos" se ve que no les aprietan tanto como a otros.

Entonces, Esteban, ¿eso fue lo que pasó en Hermosillo, que como eran cuates las revisiones eran por encimita?

Pues sí Juan, cuando mucho con jaloncito de oreja, y como todo, unos las tenían bien y otros se ahorraban una feria. Y ni te cuento de las que están atiborradas de chiquillos y chiquillas, como decía aquel grandote bigotón.

Oye, compa, pídeme otra ¿no?

Sale…

Bueno, y como todo, nunca pasa nada, hasta que pasa. Y así se enteraron los que las tenían, que cuidar criaturas ajenas no es juego; ahora sí, todos derechitos y bien formados.