Negocios sólo improvisan ante aplicación de Ley Antitabaco

GUADALAJARA, JALISCO (31/MAY/2012).- A casi cuatro años de que la Ley General para el Control de Tabaco entró en vigor para todo el país, y que desde finales de 2010 se dispuso que la Secretaría de Salud pudiera aplicar sanciones a los establecimientos que incumplan con el reglamento, su aplicación sigue siendo limitada en Jalisco.

En un sondeo realizado en restaurantes, bares y centros nocturnos de las colonias Lafayette y Americana, por avenida Chapultepec —con motivo del Día Mundial Sin Tabaco— pocos comercios han realizado las adecuaciones necesarias para convertirse en espacios 100% libres de humo, ya que no cuentan con áreas acondicionadas destinadas exclusivamente para los fumadores.

El Pulp Bar, sobre la calle López Cotilla, invirtió 50 mil pesos para adaptar una terraza al aire libre, pero no cuenta con una división física que aísle del humo a los clientes que se ubican en el interior del local. Así, tampoco cumplen adecuadamente con la disposición, negocios como el Café Providencia, el Depósito, Pub D’Santitos y el Bananas, que tienen delimitada un área, pero que no protege a los no fumadores.

Los encargados de los negocios reconocieron que no podían adaptar un sitio especial para fumadores por falta de recursos o un espacio físico para su modificación.

Otros establecimientos como Billarte, Wings Army o Red Sky han tenido que solicitar permisos para ubicar mesas sobre la acera y fuera del local, para no privar de su derecho a las personas fumadoras.

Falta asesoría de la SSJ

Juan Carlos Montes, dueño del restaurant Aderezzo, en la esquina de Chapultepec y José Guadalupe Zuno, adaptó el segundo piso del negocio con aire acondicionado, extractores y ventanales especiales para la comodidad de todos sus clientes, fumadores o no.

En el Zaguán Lambarri, Jacobo Almanza, propietario del establecimiento, asegura que carece de información, pues no ha recibido asesoría por parte de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ) para efectuar las modificaciones acordes a la ley, por lo que, consciente del reglamento, destina un área para aquellas personas que gustan de acompañar bebidas y alimentos con un cigarrillo, aunque no alejada de las mesas “libres de humo”.

No obstante, en el Rojo Café no tienen problemas para acatar con las disposiciones de la Ley Antitabaco: el dueño Alfredo Saras apunta que no ha recibido la visita de los inspectores desde finales de 2010.

De acuerdo con el Informe sobre el Control del Tabaco para la Región de las Américas 2011, elaborado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el país registra uno de los niveles más bajos del hemisferio en materia de espacios 100% libres de humo.

Las sanciones por incumplir al reglamento pueden ir desde un apercibimiento, una multa, que puede llegar hasta los 10 mil salarios mínimos, clausura del negocio o el arresto de hasta por 36 horas para el dueño del establecimiento, dependiendo de la gravedad de la falta y la situación de reincidencia. Del total de sitios visitados, ninguno había recibido siquiera una amonestación verbal.

Fumadores conscientes

“Es muy raro que no te hagan caso, nunca ha sucedido, y aunque a veces se molestan, entienden y se dirigen al área de fumadores”, menciona Ángel, mesero del bar Billarte, lugar que mantiene un estricto control de quienes encienden cigarrillo dentro del establecimiento.

Al igual, Jesús, encargado del Wings Army de Chapultepec, afirma que es suficiente con pedirles “de la manera más atenta” para que el cliente se dirija hacia el área de fumadores, por lo que no se ha tenido que recurrir a negarles el servicio, o en caso extremo pedir apoyo de la autoridad, de acuerdo al protocolo.

Ley General para el Control del Tabaco

Capítulo III

Consumo y Protección contra la Exposición al Humo de Tabaco

Artículo 27. En lugares con acceso al público, o en áreas interiores de trabajo, públicas o privadas, incluidas las universidades e instituciones de educación superior, podrán existir zonas exclusivamente para fumar, las cuales deberán de conformidad con las disposiciones reglamentarias:

I. Ubicarse en espacios al aire libre, o

II. En espacios interiores aislados que dispongan de mecanismos que eviten el traslado de partículas hacia los espacios 100% libres de humo de tabaco y que no sea paso obligado para los no fumadores.

ANALIZARÁN EL CÍRCULO FAMILIAR
Investigarán tabaquismo en menores de secundaria

La investigación que la delegación Jalisco del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) aplicará entre estudiantes de secundaria para conocer los efectos psicógenos de riesgo en adolescentes fumadores y busca establecer si las conductas conllevan al tabaquismo o éste las desencadena.

Bertha Lidia Nuño Gutiérrez, titular de la Unidad de Investigación Epidemiológica y en Servicios de Salud del Adolescente (UIESSA) del IMSS, destacó que al parecer la impulsividad, conductas alimentarias de riesgo e ideación suicida podrían, entre otros, estar asociados al tabaquismo.

Por ello, resaltó que es necesario conocer si el tabaquismo induce al desarrollo de conductas psicógenas de riesgo, como anorexia, bulimia, ideación suicida, o bien si éstas promueven la adicción al tabaco.

Nuño Gutiérrez señaló que durante los tres años del estudio analizarán no sólo en el ámbito médico, sino social y familiar, que las adicciones traen consigo estudiantes de Guadalajara, Tonalá y Tlajomulco.

Añadió que lo que hasta ahora se ha captado, tras varios años de investigación en adicciones, es que los hombres inician más tempranamente que las mujeres “alrededor de los 13 años, uno antes que las niñas”.

También, explicó, que se ha encontrado que mientras que en las mujeres adolescentes, los antecedentes familiares de tabaquismo son determinantes para que ellas desarrollen la adicción, en los hombres esto no es tan importante.

SONDEO
Próximo ciclo escolar

El IMSS dará seguimiento a mil alumnos, todos del primer grado de secundaria y vía internet (para hacer más ágil el trabajo y reducir al mínimo el porcentaje de error), para evaluar su autoestima, impulsividad, ideación e intento suicida, conductas alimentarias de riesgo, tabaquismo en la familia, recreación, relación padre-hijo, violencia, consumo de alcohol, estrés cotidiano, rendimiento escolar, cohesión y adaptabilidad familiar, estilos de crianza y prácticas parentales, entre otras.