La ciudad es tuya...

No es del Gobierno, ni de los demás, es tu ciudad, y hasta que no lo aceptemos como tal, tendremos muchas dificultades para unirnos en hacer de la vida diaria una convivencia de mucha mayor calidad.

La tendencia es promover que los habitantes se apropien de los espacios públicos y los hagamos nuestros. Que encontremos en las calles y banquetas un lugar dónde transitar con confianza y facilidad.

Parece interesante que se concluya en el XI Congreso Internacional de Ciudades Educadoras, que las ciudades sean cada vez más saludables, educadas y educativas.

Suena bien, pero no tiene sustancia si no se hace nada congruente y consistente, para que el espacio público se transforme en un ambiente de valores. El primero de todos debe de ser el sentido de pertenencia, de gusto y satisfacción por vivir en una ciudad, para quererla y amarla.

Suena hermoso y muy atractivo; pero la verdad es que no estamos haciendo lo necesario para que esta ciudad sea un ejemplo de vida. Particularmente es preocupante que sea el automóvil el vehículo privilegiado para transportarse en la ciudad. Pero peor aún es que los jóvenes no tengan más opciones para divertirse que ir a antros y bares, que los niños tengan que estar en parques con el balón en la mano, rodeados de letreros que dicen no pisar el césped.

Me impresiona que se construyan cada vez más plazas con comercios y negocios de comer, como si eso fuera la más interesante propuesta para ocupar el tiempo libre.

Me disgusta una ciudad llena de baches, topes y semáforos sin sincronía; me desagrada tanta basura, camellones asquerosos y lotes baldíos abandonados.

La verdad es que desapruebo todos esos fraccionamientos populares que construyen miles de casas igualitas, una propuesta de vivienda fuera de lugar y con una pobre propuesta para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

No veo iniciativas para incrementar una educación cívica y hacer de las ciclovías una realidad, o de promover el deporte y las actividades al aire libre como una manera de fomentar la salud y las actividades físico recreativas.
La gente tenemos que ser más activos y lanzarnos a la vida diaria con la determinación de hacer lo que el pueblo quiere y no lo que las autoridades deciden.

Insistiremos en que mientras no sintamos el cariño y el compromiso de hacer de la ciudad una propiedad en común, no seremos capaces de modificar lo que no nos gusta.

Seguiré reconociendo a los vecinos de la avenida Patria con Américas, que hartos de la basura en el camellón, se organizaron un domingo para salir a barrer y a recoger la basura, para mostrarle a la sociedad y al Gobierno que el pueblo ya está cansado de que las cosas sigan igual o peor y no salga el responsable con la determinación de hacer las cosas bien.

Haz tuya la ciudad, cuídala, no la ensucies, muestra con tus actitudes y comportamiento que la quieres, que deseas sentirla como parte de lo mejor de ti.