“La calle no es vida”, busca concientizar

GUADALAJARA, JALISCO.- Según datos del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Jalisco, un total de tres mil 674 niños jaliscienses se encuentran en situación de calle, de los cuales, dos mil 548 son niños y mil 226 son niñas. Guadalajara es el principal municipio con esta actividad, al captar el 35% de niñas, niños y adolescentes trabajadores, seguido de Zapopan con un 24%, Tonalá con el 14%, Tlajomulco con el 12%, Tlaquepaque con el 10% y El Salto con cinco por ciento.

Dichas cifras fueron arrojadas del Diagnóstico Situacional sobre Trabajo Infantil realizado este mismo año por el organismo.

El director general del DIF, Felipe Valdez de Anda reconoce que gran porcentaje de estos niños son expuestos a la prostitución, trabajo y explotación infantil; sin embargo, la instancia no puede impedir que se sigan dando estos problemas, pues su acción es sólo asistencial.

“Para el DIF, nuestra vocación y nuestra tarea es asistencial y humanista, nosotros no perseguimos delitos ni vamos a impedir que se siga dando esta situación, la información que nos pueda dar la ciudadanía es muy importante y obviamente las corporaciones que están encargadas de perseguir el delito lo harán”.

El DIF Jalisco, en colaboración con los sistemas municipales, lanza una campaña denominada “La calle no es vida”, con el objetivo principal de sensibilizar a la ciudadanía acerca de la problemática que padecen estos grupos sociales, quienes viven de la “moneda” que la gente les da en los cruceros.

Los apoyos que contempla la campaña son de carácter educativo, de salud, integral, despensas, capacitación técnica e inserción laboral, apoyo para gestión de vivienda, asesoría y protección jurídica, entre otros, los cuales serán ofrecidos a los menores trabajadores y sus familias a través de promotores del DIF que estarán ubicados en los principales puntos conflictivos.

Valdez de Anda comenta que el obstáculo con el que se encuentra tanto el DIF como otras organizaciones sociales, es que los menores prefieren recibir el dinero que les da la gente, en vez de aceptar apoyo de otro tipo, pues cada día se llevan a la bolsa alrededor de 600 pesos tan sólo con pedir “una caridad” a los ciudadanos, lo cual generalmente es gastado en adicciones.

“La entrega de la moneda en los cruceros a las familias que explotan niños en situación de calle, es una manera de mantenerlos ahí, consideramos que mientras la ciudadanía les esté entregando su moneda, no podrán acceder a los programas sociales que se ofrecen”.