Cirqueros se rehúsan a dejar a sus animales

GUADALAJARA, JALISCO (16/SEP/2014).- Rolando Bells fue dueño de un circo en la década de los ochentas en Guadalajara, el de los hermanos Bells. Dice que los buenos tiempos ya pasaron, pero el espectáculo debe continuar. Por eso hoy el empresario habla en nombre de otras dos compañías circenses que actualmente están instalados en Guadalajara. Hace un llamado a los funcionarios para que reconsideren la prohibición de usar animales en este tipo de espectáculos.

"Hay una solicitud en la Suprema Corte de Justicia de la Nación que hicimos en junio pasado, porque con esas decisiones nos están quitando las opciones de un trabajo. Nosotros pagamos impuestos y estamos en regla. Quitar los animales de los espectáculos es romper con el circo tradicional".

El señor Bells, quien fue un trapecista en el circo de su familia, afirma que hay una idea errónea de cómo se entrenan a los animales. "Ya no se les doma, se les educa. Si quisieran ir contra quien lástima a los animales, empezarían por las corridas de toros, los gallos y la charrería. Nosotros no podemos lastimar a quien nos da de comer. Al contrario, los cuidamos y les damos de comer".

Los cambios en la legislación municipal prohibirán la instalación de circos que usen cualquier tipo de animal en su espectáculo. "Lo que van a ocasionar es que suban los precios, porque lo que quieren es una producción de muchas personas, y todo eso cuesta". Citó al Circo Du Soleil, que "es un tipo de espectáculo que le está prohibido a las clases medias y bajas".

El pasado viernes a las 18 horas, los cirqueros dieron un posicionamiento en el predio ubicado en las confluencias de las avenidas Revolución y Olímpica. Ahí sostuvieron que la prohibición no es la vía, sino la reglamentación del uso de los animales en los espectáculos.

EL INFORMADOR / OMAR GARCÍA