Cinco mil beneficiados por Una Sonrisa al Dolor

GUADALAJARA, JALISCO (18/JUL/2016).- Una Sonrisa al Dolor ya atendió y educó a unos cinco mil pacientes en sus 12 años como asociación civil. Les han enseñado a conocer la enfermedad, sus necesidades y aprender a tener una vida normal dejando fuera la “autolástima”.

La asociación nace con base en las necesidades que a diario visualizaba su fundadora Ana Guilaisne Bernard Medina en el área de Reumatología del Antiguo Hospital Civil, la cual, en combinación con la presidenta Susana Espinoza, lograron el sueño de atender a miles de pacientes con enfermedades de reumatismo crónico.

“Uno de los objetivos es que los pacientes aprendan de su enfermedad, para que se apeguen al tratamiento y no se dejen engañar por tratamientos mágicos, que muchas veces les ponen cortisona y atrasan mucho a los pacientes. El grupo nació en el Antiguo Hospital Civil por las necesidades que veíamos a diario, además, algunas personas voluntarias empezaron a enseñarle a los pacientes a pintar y acudir a los talleres de música”, acota la doctora Bernard Medina.

Además de educar a los pacientes en su enfermedad, Una Sonrisa al Dolor pretende que el paciente no tenga “autolástima”. “Al llegar al grupo cambia su pensamiento. Llegan pensando: ‘Qué voy a recibir’. Y cambian a pensar: ‘Qué puedo hacer por los demás’. Lo que se conoce hoy en día como empoderamiento: cómo tomar en serio su enfermedad y qué puedo hacer para que otros estén mejor”.

Otra función de Una Sonrisa al Dolor es la recaudación de fondos para los medicamentos costosos, “hay tratamientos que en reumatología pueden costar 20 mil pesos mensuales, obviamente no es posible pagarlos para los pacientes del Hospital Civil”.

Hay gente que dona tratamientos de forma anónima y son compartidos con algunas personas de escasos recursos. Recientemente acaban de recibir la deducibilidad de impuestos con lo que esperan lograr más donativos para otorgar medicamentos a las personas que lo necesitan.

“Lo que hemos ofrecido de medicamentos biológicos, que el promedio mensual es de 20 mil pesos, ojalá que no fuera donado en tratamiento sino que pudiera comprarse, y que también las compañías y casas farmacéuticas de alguna manera empiecen a ver de qué manera son socialmente responsables ofreciendo algo a las asociaciones sociales que trabajamos en pro de la salud”, finalizó Bernard Medina.

PARA CURAR NO SOLO SE NECESITAN MEDICAMENTOS

Para una persona que enfrenta la pérdida de la salud, el proceso es difícil de llevar. Se atiende la necesidad física a través de tratamientos y fármacos, pero el lado espiritual y de emociones casi nunca se toma en cuenta.

Es por eso que desde 2008, sor Josefina Castillo Pérez, enfermera jubilada del Antiguo Hospital Civil, inició con el grupo “Humanizar para sanar” basado en la tanatología.

“Iniciamos este movimiento dentro del Hospital, viendo la necesidad de complementar la atención integral del paciente, que involucra emociones, sentimientos y la parte espiritual”.

El grupo comenzó trabajando con adultos que llegan a ser internados, sobre todo en áreas como oncología, hematología y cualquiera que tenga cuidados paliativos.

Cada día por las tardes, los voluntarios acuden con los pacientes para apoyarlos con tanatología y labores espirituales. Los domingos y lunes se trabaja en el programa “Humanizando niños, reconstruyendo sueños”, con menores de edad que envía la Fiscalía del Estado por ser víctimas de delitos como abuso sexual, violencia intrafamiliar o eventos traumáticos, para que sean abordados.

En el tema específico de la atención al dolor, Josefina asegura que la pérdida de la salud “involucra otras pérdidas, como la de recursos, la autonomía y a veces hasta de la familia”. Además, afloran muchos duelos no resueltos, el paciente se angustia y, cuando empiezan a tener un apoyo tanatológico, sanan esos procesos.

“Hay una doctora que está en la Clínica del Dolor y dice que desde que aplica la tanatología en los pacientes se ahorra analgésicos, porque hay un dolor del alma que ese no se quita con medicamentos”.

Ahí es donde entra este grupo de alrededor de 100 voluntarios, con un diplomado en tanatología, para que puedan abordar a cada paciente y familiar con herramientas que le hagan salir adelante.

“Pero tenemos contadores, médicos… pero primero los preparamos con un diplomado de 10 meses, 200 horas de teoría y 100 horas de práctica”.

TESTIMONIOS
Reciclan contra el cáncer

“Haz que lo que es un cáncer para el planeta sea una lucha contra el cáncer”, es la frase que la asociación Cómplices A.C. utiliza para recolectar botellas de plástico. Así, en lugar de contaminar en los basureros estos desechos, son reciclados para obtener recursos destinados a los tratamientos de adultos de escasos recursos que son diagnosticados con la enfermedad, justificó su presidente, José Carlos Izaguirre.

Ejemplos de apoyos han tenido muchos, como el caso de Silvia, una mujer de escasos recursos que cotidianamente les llevaba el pet que recogía y a la que posteriormente se le detectó cáncer de mama. Sin dinero para el tratamiento, ella fue una de las beneficiarias de su programa Recicla contra el cáncer.

Actualmente, la asociación apoya a 82 p acientes, de los cuales 17 ya están en remisión. Además de ellos han entregado 137 apoyos a personas que lo han necesitado y han financiado dos trasplantes de médula.

Hasta junio pasado han recabado en tres años y ocho meses de campaña un total de 259 toneladas de plástico pet. “Una tonelada alcanza para el tratamiento integral de un paciente por lo menos de unos seis meses, en un linfoma de Hopkins, en una leucemia”.

No obstante, en los últimos meses se ha reducido la cantidad de plástico que reciben, lamentó Izaguirre.

El presidente de Cómplices explicó que la frase “haz el bien sin mirar a quién” ya no aplica actualmente, pues los benefactores pueden estar apoyando a quienes no lo necesitan. Y es que hay varios organismos que han imitado su campaña de reciclaje y que argumentan que se dedican a apoyar, por ejemplo, a niños con cáncer, cuando son los adultos los que más requieren de ayuda. “Los niños están protegidos tanto por el Seguro Popular, IMSS o ISSSTE”, mientras que los adultos mayores no.

Cómplices se instala martes, jueves y sábados en la rampa de Urgencias del Antiguo Hospital Civil, en la calle Tenerías 699, de 10:00 a 13:00 horas.

Llevan esperanza y consuelo

La mano izquierda de Ana Luisa se aferra a un rosario y en la otra lleva una Biblia. Su rostro muestra una leve sonrisa. Lee un pasaje de la Sagrada Escritura, mientras Salvador, el enfermo de oncología, escucha con atención las palabras de la voluntaria que una vez a la semana alivia los dolores del alma del campesino llegado de Angangueo, Michoacán.

El objetivo de la mujer es brindar paz, llevar un momento de consuelo ante la pena que tiene Chava y su esposa Juanita, acompañar moralmente a esta pareja que no tienen el apoyo de la familia, que por las condiciones económicas precarias no pueden desplazarse para estar con el paciente.

“Tengo siete años realizando esta labor. Vengo una vez a la semana a tratar de brindar un poco de paz con la palabra de Dios a las personas que pasan por situaciones complicadas, acompaño a la gente, trato de dar ánimo y esperanza”, explica Ana Luisa.

En los dos Hospitales Civiles hay 34 grupos de apoyo espiritual y acompañamiento, los cuales buscan sacar una sonrisa a los pacientes, que por algunos momentos del día olviden sus penas. “Los grupos de acompañamiento brindan alegría a los pacientes, los visitan, hay grupos espirituales. El grupo que coordino es de acompañamiento al paciente oncológico y sus familiares, es una preparación para dar asesoría a los trámites administrativos para que el paciente no batalle en su transitar por el hospital, en cuanto a los trámites que necesite… acompañamiento emocional, que se les da con gente experta, talleres de diferentes temas”, abunda la presidenta del voluntariado, Esther Cisneros Quirarte.

Por su parte, Salvador, el paciente que viene de Michoacán, afirma que cuando llegó al hospital Fray Antonio Alcalde estaba muy mal ya que no quería vivir, pensaba que la palabra cáncer era muerte. Hoy su visión ha cambiado. “Gracias a los médicos, enfermeras y personas que vienen a visitarnos, vienen a enseñarnos que podemos vivir con la enfermedad y luchar por salir adelante”, agradece el hombre de 58 años.

EL DATO

Algunos grupos de voluntarios

• Sagrada Familia.

• El Señor de la Misericordia.

• Patrimonio Pro Enfermos Desvalidos Hospital Civil.

• Voluntarios Universidad Panamericana.

• Una Sonrisa al Dolor.

• Cómplices.

• Asociación Civil de Damas Pro-Hospital “Bata Azul”.

• Fundación Voluntarias Contra el Cáncer.

• Mi Último Deseo.

• Nariz Roja.

• Sirviendo con Amor.

• Unidos por una Sonrisa.

• Risaterapia.

Urgen albergues para familiares

Dentro del grupo de voluntarios también existen espacios que albergan a los familiares de los enfermos que vienen de otros municipios o fuera de Jalisco; sin embargo, no son suficientes. Por lo menos se necesita duplicar el cupo que hoy tienen en los dos albergues, los cuales cuentan con una capacidad para 300 personas en conjunto.

“Hay dos albergues cercanos y está por abrirse un tercero. El albergue de la Mano Amiga, con capacidad para 150 personas, y Las Casitas del Fray Antonio Alcalde, para otro tanto. Es poco el cupo para las dos unidades hospitalarias, se necesita por lo menos duplicar la cantidad, se requiere de otro albergue que contenga el doble de la capacidad”, solicita Esther Cisneros Quirarte, presidenta del Voluntariado de Hospitales Civiles.

Existe una gran demanda de un sitio para descansar, ya que por las distancias y la falta de recursos, personas que viven en Tlajomulco, El Salto o Ixtlahuacán de los Membrillos no pueden regresarse diariamente a sus casas.

“Hay albergues, pero no son suficientes para las necesidades, es un tema que quisiera dejar resuelto en esta administración del voluntariado, de hecho la señora Lorena Arriaga de Sandoval, presidenta del Sistema DIF Jalisco, se comprometió a apoyar la construcción de un nuevo albergue para resolver las necesidades de los familiares de los pacientes que vienen de otras comunidades”, enfatiza Cisneros Quirarte.

Finalmente expresó que el familiar se queda todo el tiempo con el paciente, día y noche, ya que muchas veces es el único con disponibilidad y el que más se desgasta con el paciente.

“Está las 24 horas con el enfermo y al rato vamos a tenerlo a él de enfermo, por lo que debemos cuidar mucho al cuidador primario. Debemos alimentarlo bien, darle las horas de descanso, por lo que urge tener un sitio para descansar y quedarse tranquilo”.

Sirven gratuitamente 2,650 raciones de comida al día

Dos mil 650 raciones de comida se sirven diariamente en los tres comedores de los Hospitales Civiles “Fray Antonio Alcalde” y  “Juan I. Menchaca”. Pero, ¿quiénes están detrás de los grupos de personas que a diario alimentan a los familiares de los pacientes? “Son grupos de personas bien comprometidas con el hospital, los cuales tienen un día asignado al mes para venir a dar su alimento, son personas que de manera gratuita y desinteresada invitan a los demás a que pasen a tomar su alimento”, detalla María Guadalupe García Villagrán, jefa del Departamento de Trabajo Social del Hospital “Fray Antonio Alcalde”.

En dicho nosocomio se sirven mil dotaciones de alimentos repartidas en tres comidas; es decir, dos mil en los dos comedores habilitados.

En el Hospital Juan I. Menchaca se sirven al día otras 650 raciones de comidas en promedio, informa Tere  Rodríguez Gutiérrez, jefa de Trabajo Social del Nuevo Hospital Civil.

Además de coordinar a los 132 grupos de alimentos en los dos hospitales, Lupita García y Tere Rodríguez también se encargan de atender y recibir los donativos que la mayoría de las veces se realizan de forma anónima.

“Cuando alguien quiere hacer un donativo lo ponemos en  contacto con el paciente, que no tengan duda s que su donativo  va directamente a quien lo necesita; incluso, pueden visitar al paciente hospitalizado y darse cuenta de la necesidad… a veces se les canaliza con el proveedor si se necesita pagar el estudio para que hagan los pagos o insumos, para que no queden dudas”.

El área de Trabajo Social, añade, es nuestro pilar del ejercicio profesional, “el cuidar la transparencia y la ética, y la canalización directa a la necesidad real sustentada”, indica Lupita García.

NUMERALIA

Apoyos en cifras

2,650 raciones de alimentos todos los días son servidas en los dos hospitales.

1,000 voluntarios en grupos de apoyo.

132 grupos encargados de otorgar desayuno, comida y cena.

40 grupos de apoyo espiritual y económico en los dos hospitales.

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