Aristóteles prepara programa alimenticio para Jalisco

GUADALAJARA, JALISCO (21/ENE/2013).- El gobernador electo, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, prepara para Jalisco un Proyecto de Seguridad Alimentaria a través de bancos de alimentos dando prioridad a las zonas con pobreza extrema que incluye el reforzamiento de apoyos a pequeños productores para garantizar la suficiencia y bajos costos en el abastecimiento de alimentos en la entidad.

De acuerdo con un comunicado, con estas acciones emprendidas por el Gobernador Electo pretenden erradicar la pobreza alimentaria con el objetivo de mejorar la inclusión y la igualdad social.

Este proyecto, estará alineado a la Cruzada Nacional contra el Hambre del Gobierno Federal y se ejecutará de acuerdo a las pautas que determine la Secretaría de Desarrollo Social. El municipio de Jalisco con mayor porcentaje de carencia en el acceso a la alimentación es Unión de San Antonio, de la Región Altos Norte con el 46.5% de sus habitantes, es decir, 9 mil 852 personas.

Este lunes en el estado de Chiapas, el mandatario electo de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, acudió como invitado del Presidente de la Republica, Enrique Peña Nieto, al lanzamiento, de la Cruzada Nacional contra el Hambre.

Según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) 2010, en Jalisco el 22.1 % de sus habitantes, lo que representan 1 millón 627 mil 900 personas, registran carencia en el acceso a la alimentación, mientras que a nivel nacional esta problemática afecta a 28 millones de personas, es decir, al 24.9% de la población del país.

La Cruzada contra el Hambre

Forma parte del Sistema Nacional de Programas de Combate a la Pobreza, es el segundo acuerdo dentro del Eje de “Sociedad de Derechos y Libertades” del Pacto por México firmado el 2 de diciembre de 2012 por el Presidente Enrique Peña Nieto y los Presidentes de los partidos: PRI, PAN y PRD.

La Cruzada Nacional contra el Hambre implica una eficaz coordinación de acciones de todos los niveles de gobierno y de la sociedad civil organizada (sindicatos, ONG, universidades, iglesias, asociaciones comunitarias) para garantizar la seguridad alimentaria a nivel de hogar en los grupos de mayor vulnerabilidad y con perspectiva de género.