Martes, 26 de Noviembre 2024
Jalisco | En tres patadas por Diego Petersen Farah

A pagar

El agua es un derecho; pagarla es una obligación

Por: EL INFORMADOR

Diego Petersen Farah  /

Diego Petersen Farah /

Dios da el agua, pero no la entuba. No hay forma, en ninguna parte del mundo, que el servicio de distribución de agua sea gratuito o tenga excepciones. El agua es un derecho; pagarla es una obligación, sea un templo, una escuela, una universidad, un edificio público, una casa o una empresa. Todos tenemos que pagar el agua, con las debidas diferencias. Menos, muchos menos, los que menos consumen, y más, mucho más, los grandes consumidores. El agua debe estar subsidiada sólo para aquellos que no pueden pagarla, las familias de menores ingresos, pero de ninguna manera para el resto de la población.

El metro cúbico de agua tiene un costo para el operador de 11 pesos, y si se quiere podemos discutir su eficiencia y su burocracia, pero hoy por hoy ése es el costo de operación del SIAPA. El precio de venta es de 6.5 pesos, es decir, tiene un subsidio de 40% general, porque los diputados consideran que autorizar el aumento al precio del agua les afecta su imagen (no deberían preocuparse, la imagen de los diputados no puede empeorar). Pero si subsidiar indiscriminadamente el agua es un absurdo, tener excepciones en el pago lo es aún más.

Todos tienen una buena razón para no pagar: las escuelas y universidades porque son un servicio público; lo templos porque son edificios públicos; el colmo son los teatros de la Universidad de Guadalajara, el Diana y el Telmex, que no pagan porque son parte de la casa de estudios. Ambos teatros son negocios que compiten de tú a tú por los mismos espectáculos frente a otros teatros de la ciudad. El hecho de que estos teatros no tengan costo de capital (el Telmex tiene 20% en crédito, pero el resto es dinero fiscal) es ya una desventaja para sus competidores, pero si además no pagan agua, ya es competencia desigual.

En realidad ninguno de estos paga por la misma razón que no pagan las empresas: porque no pasa nada si no pagan. La Suprema Corte ya definió que el que se trate de edificios públicos no es argumento válido para no pagar el agua. La propiedad del inmueble nada tiene que ver con las obligaciones de los usuarios de los mismos. Pero el argumento de fondo para que todos paguen el agua, desde las primarias hasta los templos, pasando por universidades, empresas parauniversitarias y edificios de Gobierno, es que nadie cuida lo que no le cuesta. El desperdicio del agua en estas instituciones es bestial. Si es necesario que a las escuelas y a las universidades se les aumente en el presupuesto el consumo  estimado anual de agua, va, pero que ellos la paguen y se hagan responsables, cada uno, de lo que consumen.

Lo que no está a discusión son las empresas y casas de sectores medios y altos que no pagan. A esos hay que cortarles el agua y el drenaje mañana. El agua es gratis, que vayan a recogerla de la fuente más cercana, pero no tenemos por qué subsidiarles con el dinero que pagamos entre todos el llevarles el agua hasta su casa, y menos aún recogerles sus aguas negras.

A pagar, todos.

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