— Saliva bendita

GUADALAJARA, JALISCO (15/FEB/2011).- Se supone que debe ser un consuelo...

Si una refriega en un “antro” se epiloga con una agresión cobarde, demencial, que deja como saldo seis muertos y cerca de 40 heridos, como ocurrió la madrugada del sábado en Guadalajara, podemos estar tranquilos, según los especialistas en colocar cataplasmas de saliva bendita que ejercen como autoridades. Podemos tomarlo con la misma naturalidad con que se toman los tradicionales aguaceros de julio... ¿Por qué? Porque se trató de “un conflicto entre particulares”.

En todo caso, al decir de los funcionarios encargados de la persecución de los delitos y la impartición de justicia —preclaros especialistas en colocar trapitos calientes donde duele o hay morete—, habría motivos de preocupación si detrás del episodio que ha sido la comidilla de los últimos días y ha ensombrecido un tanto —aunque no deslucido, desde luego— los festejos por el aniversario de la fundación de la ciudad, estuviera ese monstruo invisible e indescriptible genéricamente conocido como “la delincuencia organizada”... (Horrenda criatura que, según las malas lenguas, tiene como pasatiempo predilecto exhibir, día tras día, la incompetencia de “la autoridad desorganizada”).

—II—

Por lo pronto, hay indicios de que el presidente municipal de Guadalajara empieza a sentir la lumbre en los aparejos. Al margen del proyecto de crear una “Policía de élite” (para la que ya se negocia, con toda la discreción que el caso amerita, la contratación de Rambo, el Agente 007, Batman y El Hijo de El Santo), hay urgencia por “blindar” la ciudad. Por “blindar”, para el efecto, debe entenderse reforzar la vigilancia “con el apoyo de las autoridades federales”, Ejército y Marina incluidos. Dicha urgencia se explica por la necesidad de proteger de “la delincuencia organizada” al ciudadano común... pero principalmente por el imperativo de “dar certeza de seguridad a la comunidad internacional”; es decir, a las legiones de turistas de todos los confines que se darán cita por estos pagos —“según San Lucas...”— con motivo de los Juegos Panamericanos.

La preocupación es comprensible: no sea que los Panamericanos de Guadalajara vayan a ser los primeros de los que no se diga, el día de la clausura, que han sido “los mejores de la historia”.

—III—

(Fe de erratas: en el pedestal de la Minerva, en la fuente del mismo nombre, donde dice “Justicia, sabiduría y fortaleza custodian a esta leal ciudad”, debe decir: “Impunidad, incompetencia y mugre caracterizan a esta otrora leal ciudad”).

JAIME GARCÍA ELÍAS / Periodista y conductor radiofónico.