Miércoles, 23 de Octubre 2024
Jalisco | Entre veras y bromas, de Jaime García Elías

— ¿Quién gobierna aquí...?

¿Podría alguien tomarse la molestia de avisarle al señor gobernador que gobernar —lo que se supone que él hace— significa, precisamente, “guiar y dirigir”?

Por: EL INFORMADOR

Tiene razón —¡aleluya...!— el señor gobernador de Jalisco...

—II—

Es preocupante —por decir lo menos—, amén de lamentable, que se haya vuelto una regla cada vez más generalizada, no sólo entre determinados sectores de la sociedad, díscolos por naturaleza o por conveniencia, sino de la ciudadanía en general, oponerse a prácticamente todo lo que plantea el Gobierno con la sana intención de poner aunque sea remedios caseros, ya que no soluciones radicales, a las cada vez más notorias carencias en materia de servicios que arrastra la comunidad jalisciense.

Desde la “macrolimosna” para el Santuario de los Mártires (repudiada por la “vox pópuli” bajo el clamor de los manifestantes: “Sí al Santuario... pero sin dinero del erario”) hasta el proyecto de la Vía Exprés (rechazada por los vecinos y descalificada de manera unánime por los especialistas en urbanismo consultados al respecto), pasando por las líneas del Macrobús contempladas en el proyecto sexenal de movilidad urbana, las presas de Arcediano y Temacapulín, y una lista de etcéteras tan larga como las invocaciones de una letanía lauretana. Todos esos han sido problemas en los que se ha invertido mucho tiempo y mucho dinero... sin que el ciudadano común vea aún la luz al final del túnel.

Es lamentable que tal haya sido la tónica en lo que va de la actual administración, porque las evidentes —y hasta escandalosas— discrepancias entre las propuestas de los gobernantes y las reacciones de los gobernados, exhiben, más que la necedad y la cerrazón de éstos, la insensibilidad y la torpeza de aquéllos, si no para diagnosticar los problemas, sí, ciertamente, para prescribir el tratamiento idóneo. Y es preocupante que el gobernador pida “a quienes creen que ésta —en alusión a la Vía Exprés— no es una alternativa viable, que nos propongan una alternativa...”.


—III—

¿Podría alguien tomarse la molestia de avisarle al señor gobernador tres cosas: una, que gobernar —lo que se supone que él hace— significa, precisamente, “guiar y dirigir”; dos, que cuando él y sus correligionarios —políticamente hablando— llegaron, hace cuatro años, a pedir los votos de los ciudadanos, se declararon aptos, competentes para gobernar y anhelantes de hacerlo, y se comprometieron a aportar soluciones a los asuntos que están en vías de dejar igual o peor que cuando llegaron, y tres, que son él y sus adláteres, achichincles, colaboradores  y turiferarios quienes cobran (puntualmente... y bastante bien, además) por gobernar como si supieran...?

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