A finales de julio, la Policía de Guadalajara reforzó su presencia en el Centro Histórico ante una serie de robos de celulares cometidos a un costado del Palacio Municipal. Ayer, un hombre fue asesinado a balazos dentro del Parián, en Tlaquepaque, frente al edificio del Ayuntamiento. Ambos hechos evidenciaron una falta de capacidad de vigilancia, la cual se acentúa en las periferias de la ciudad.En Jalisco hay 0.7 policías por cada mil habitantes, por lo que la Entidad incumple los estándares mínimos a nivel nacional, que exigen al menos 1.8 oficiales por cada mil ciudadanos, revela el Modelo Óptimo de la Función Policial (MOFP) de la Secretaría de Gobernación (Segob).El documento, que presenta información con corte al mes abril, revela que por encima de la Entidad hay 15 estados con mayor tasa de uniformados, lo que lo coloca a media tabla a nivel nacional.Al respecto, Jorge Tejada, experto en seguridad del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), dijo que es muy importante que las corporaciones policíacas cuenten con suficientes oficiales, pues son un elemento disuasivo sobre todo contra robos a persona, negocios o vehículos.“Es importante que en cada colonia estemos viendo de cada tres a cinco minutos una patrulla que esté circulando”. Resaltó que los modelos exitosos de vigilancia tienen capacidad para atender una emergencia hasta en 30 segundos.Lo peor es si se compara la tasa de elementos en el país con la cantidad recomendada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que desde 2006 sugiere un estado de fuerza promedio de 2.8 policías por cada mil habitantes, según los resultados de sus encuestas de seguridad y justicia.De esta forma, si se comparan las cifras de Jalisco con el indicador de la ONU, el Estado en realidad cuenta con sólo una cuarta parte de los oficiales recomendados por el organismo internacional.Sin embargo, en el Modelo Óptimo de la Función Policial de la Segob sólo hay dos entidades que superan el estándar nacional: la Ciudad de México, con 4.3 policías por cada mil habitantes, y Tabasco, con 1.9 por cada millar. Para alcanzar el estándar mínimo en el país se necesitarían formar a 96 mil 22 oficiales.En abril pasado, el entonces candidato a la gubernatura, Enrique Alfaro, prometió que, de resultar electo, Jalisco crecería su estado de fuerza.El próximo mandatario estatal se comprometió a que habrá, al menos, 25% más oficiales que patrullarán la Entidad en los primeros tres años de su administración.Aunque durante el sexenio hubo avances en las condiciones salariales de los policías, en la escala nacional Jalisco se encuentra en el lugar 18 en sueldos, reveló el Modelo Óptimo de la Función Policial (MOFP), Diagnóstico Nacional sobre las Policías Preventivas de las Entidades Federativas, en su corte de abril de 2018.El documento de la Secretaría de Gobernación (Segob) coloca al Estado de Nuevo León como el que mejor paga a sus oficiales, con 16 mil 387 pesos en promedio, en tanto que Jalisco mantiene 10 mil 869 pesos para sus elementos.En el anterior diagnóstico del MOFP, con corte a diciembre de 2017, la Entidad se situó en la posición 25 a nivel nacional, con un salario promedio de siete mil 724 pesos para sus policías preventivas. Aunque sí registró un avance de siete peldaños, sigue muy por debajo de los resultados en otros estados.Por ejemplo, en 2017 Nuevo León se hallaba en el lugar 11 con sueldos incluso mayores a los que llegó Jalisco, al pagar en promedio 11 mil 884 pesos. Ahora es el puntero.Jorge Tejada, experto en temas de seguridad del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), explicó que Nuevo León tiene más de 10 años de estrategia para revertir una escalada de violencia que comenzaba a gestarse y que amenazaba a la sociedad y a sus inversiones.“Tienen un trabajo consistente de dos sexenios. Nuevo León se vio asolado por la organización de Los Zetas; tuvieron un problema tremendo de homicidios, extorsiones y cobro de piso. Muchos empresarios emigraron a Estados Unidos porque se estaba volviendo un Nuevo Laredo. Entonces, una estrategia fue el fortalecimiento de la Policía”.En ese entonces, las corporaciones policiales eran vulnerables y tenían mucha rotación entre sus integrantes por temas de corrupción y porque los oficiales recibían amenazas, por lo que renunciaban por miedo de ser asesinados. Entonces, los gobiernos decidieron estimular la permanencia en las instituciones al incrementar los sueldos, una política que se ha mantenido.“Ha derivado en mayor seguridad, mayores sueldos, mayor lealtad y hay poco menos propensión a la corrupción… pero no necesariamente el incremento de presupuesto deriva en la baja de delincuentes”.Por ejemplo, recordó que en Jalisco, durante el sexenio de Francisco Ramírez Acuña, se triplicó la inversión en seguridad y se duplicó la cantidad de detenciones, pero los índices delictivos se mantuvieron. Incluso, Zapopan tiene actualmente a los policías mejor pagados y sus estadísticas de inseguridad aún son altas.En Nuevo León, dijo, se consolidaron las policías metropolitanas de manera más exitosa y se invirtió, además, en sus áreas de inteligencia.Jalisco es de los estados que menos condiciones tiene para la promoción de ascensos y servicio profesional de carrera en su policía preventiva, reveló el Modelo Único de la Función Policial (MOFP). De acuerdo con el documento, la Entidad sí cuenta con una Comisión de Servicio Profesional de Carrera, pero sus carencias la hacen prácticamente inoperante.La Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública establece que las comisiones deben garantizar la igualdad de oportunidades de desarrollo, permanencia y promoción de los elementos de una corporación con base en el mérito y la experiencia, así como la profesionalización de los policías mediante capacitación permanente.Aunque en México sólo hay cuatro estados sin comisión de Servicio Profesional de Carrera (Durango, Hidalgo, Nayarit y Sinaloa), el MOFP observa que, para cumplir su objetivo, toda Comisión de Servicio Profesional de Carrera debe contar con cinco instrumentos normativos.El primero de ellos es contar con reglamento, un catálogo de puestos, un manual de organización, otro de procedimientos y una herramienta de seguimiento y control, características que en Jalisco aún no existen. Y aunado a estos requisitos, las comisiones deben celebrar concursos anuales de ascenso, lo que nunca ocurre en el Estado.En conclusión, Jalisco sí tiene Comisión de Servicio Profesional de Carrera pero no cuenta con ningún elemento para poder operar.LA VOZ DEL EXPERTOJorge Tejada (investigador del ITESO)Fue una política del Gobierno del Estado no dar recursos a las policías preventivas para que pudieran hacer frente a la delincuencia y la inseguridad; en su lugar se apostó por fortalecer a la Fuerza Única. Y casi al final de la presente gestión, la estrategia no ha sido contundente en reducir los delitos.El experto en temas de seguridad recordó que esa decisión se tomó al inicio de la administración, cuando el entonces secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, anunció la llegada de la Gendarmería al Estado.“Hubo una reunión en Casa Jalisco en 2014. Estaba el gobernador muy apurado llamando a especialistas, nos llamaron a seis o siete personas. La pregunta que nos hizo fue qué otra cosa más podemos hacer en seguridad que no hayamos hecho”.Uno de los expertos le sugirió fortalecer a las corporaciones municipales en número de policías, en sueldo o equipamiento. Pero el Gobierno del Estado “le apostó a la creación de destacamentos regionales de la Fuerza Única y allí le metieron dinero y construyeron una especie de cuartelitos, no les dieron presupuesto en convenios con los municipios para fortalecerlos”.Esto incidió en el debilitamiento de las corporaciones municipales, que sin presupuesto para contratar más elementos, darles mejor sueldo o invertir en patrullas, han sido fácilmente vulneradas por el crimen organizado. Y una prueba de ello, concluyó, son los constantes desarmes que ha llevado a cabo la Fiscalía.Las corporaciones de Policía deben otorgar a sus elementos las prestaciones laborales mínimas para garantizar su estabilidad y seguridad, advierte el MOFP en otro apartado. Son siete prestaciones básicas que van desde la homologación salarial hasta becas para los hijos.Y, según el documento de la Segob, se observa que en cuanto al servicio médico, Jalisco está entre cinco entidades donde no existe dicha prestación; tampoco cuenta con becas escolares para hijos de policías.TELÓN DE FONDOEn septiembre del año pasado, la Agencia Metropolitana de Seguridad (AMS) anunció una de sus prioridades para incidir en mejores prestaciones para los policías de la ciudad y reforzar a las instancias de seguridad en general: homologarles el sueldo.Marco Valerio Pérez Gollaz, su titular, indicó que la apuesta fue que el beneficio llegara a todos los oficiales de Policía de la metrópoli: desde Guadalajara y Zapopan, donde ganan más, hasta Ixtlahuacán de los Membrillos y Juanacatlán, los municipios en donde perciben menos ingresos.“Si la agenda de seguridad es prioritaria en el país, también en esa ruta debe verse la redirección del presupuesto. Y no sólo a la reacción, sino con el ánimo de prevención, de recuperación de espacio. Un correcto destino a los programas sociales”, dijo.No obstante, dicha homologación salarial se quedó en el tintero. Esto pese a que a finales de 2017 el Congreso del Estado aprobó un monto de 100 millones de pesos para que todos los oficiales de la metrópoli tuvieran el mismo sueldo.La falla inició con un desacuerdo entre Estado y municipios respecto al pago que deberían cubrir mitad y mitad, pues mientras el primero alegaba que se trataba del pago neto, los segundos sostenían que el monto debía incluir las prestaciones.En ese sentido, el gobernador Aristóteles Sandoval argumentó que las prestaciones eran responsabilidad de los jefes. Incluso hubo alcaldes, como Sergio Chávez, de Tonalá, que de plano reconocieron que les resultaba imposible aumentar el tabulador de salarios, por lo que sólo incrementaron seis por ciento.