BRASILIA, BRASIL (30/AGO/2016).- La presidenta suspendida, Dilma Rousseff, se presentó ayer ante el Senado para mostrar las pruebas que demuestran que es inocente de los cargos que le imputan, e instó a los senadores a votar en contra del impeachment.“Sé que seré juzgada, pero mi conciencia está limpia. No he cometido delito”, declaró a los senadores y les advirtió que la historia los juzgará con severidad si destituyen mediante acusaciones falsas a una mandataria elegida democráticamente.Durante su alegato de 30 minutos, Rousseff sostuvo que a principios de 2015 la oposición en el Congreso empezó a generar un clima de inestabilidad al negarse a negociar y arrojar lo que llamó “bombas fiscales” en momentos que disminuían los ingresos.Dijo que el proceso de juicio político ha exacerbado la recesión en la economía más grande de Latinoamérica, y culpó de ello a la oposición, la cual ha argumentado que la mandataria debe ser destituida para mejorar el ambiente financiero.Con el tono desafiante que la ha caracterizado, Rousseff instó a los senadores a convocar a unas nuevas elecciones —en caso de ser destituida en el juicio político que enfrenta— para devolverle al país un “gobierno legítimo”, ya que está previsto que Michel Temer, presidente interino, complete el mandato hasta el 1 de enero de 2019.“Creo sinceramente que si hubiera una decisión que autorice mi destitución sin que se haya comprobado un crimen, estaremos frente a un golpe de Estado y también frente a una elección indirecta”, dijo Rousseff en la fase de preguntas a las que la someten los senadores.La mandataria reiteró que en caso de que sea absuelta convocará a un plebiscito para adelantar las elecciones previstas para octubre de 2018.El juicio político está en la recta final y el Senado deberá tomar una decisión definitiva entre hoy y mañana, según las previsiones de la propia cámara legislativa. Las calles se encienden en pro de DilmaUnas dos mil personas se reunieron ayer a las afueras del Senado brasileño en protesta contra el juicio de destitución que enfrenta la presidenta suspendida Dilma Rousseff con consignas como “Fora Temer!” y “Volta Dilma!”.Dividida ahora en dos zonas para los partidarios y contrarios al impeachment, en la Explanada de los Ministerios también había algunas decenas de personas a favor de la salida de la mandataria.En Sao Paolo se registró otra marcha de alrededor de tres mil manifestantes, según los organizadores, que al caer la noche fueron dispersados con bombas de gas lacrimógeno en la avenida Paulista.Los agentes bloquearon la protesta debido a que los convocantes no habían divulgado el itinerario de la marcha, según declaró un mayor de apellido Teles al sitio de información G1 de la red Globo. AFP