Lee transmitió sus instrucciones a los máximos responsables de seguridad del país durante una reunión celebrada hoy en Seúl, en la que subrayó que Corea del Norte está "aumentando la tensión militar de la península coreana" con sus amenazas de un nuevo ensayo nuclear, detalló el portavoz presidencial, Park Jeong-ha. En declaraciones recogidas por la agencia Yonhap, Park también precisó que el Gobierno ha instado, nuevamente, al régimen comunista a "detener de manera inmediata el discurso y las acciones provocadoras y a cumplir con sus obligaciones internacionales, incluidas las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU". La semana pasada, Corea del Norte anunció que prepara una nueva prueba nuclear "de mayor nivel" y que continuará con el lanzamiento de satélites y misiles de largo alcance, en una estrategia contra su "enemigo" Estados Unidos. El régimen del joven líder Kim Jong-un hizo este anuncio después de que el Consejo de Seguridad ampliara las sanciones a este país por el lanzamiento en diciembre de un cohete de largo alcance, considerado un ensayo ilegal de misiles por gran parte de la comunidad internacional. Corea del Norte mantiene que el lanzamiento tuvo fines pacíficos y que el único objetivo de la puesta en órbita de un satélite científico. Seúl lanzó hoy, además, una advertencia al Norte, país con el que está técnicamente en guerra desde 1953, al que avisó de que si ignora las advertencias y continúa con sus planes, "provocará graves consecuencias". Corea del Sur ha incrementado su vigilancia para captar posibles señales que indiquen la realización de la prueba nuclear norcoreana, su tercer ensayo tras los efectuados en 2006 y 2009, después de que los servicios de inteligencia aseguraran que podría producirse en cualquier momento.