MANILA, FILIPINAS (31/ENE/2017).- Un supuesto narcotraficante murió hoy abatido por las fuerzas de seguridad en Filipinas, pese a que el presidente del país, Rodrigo Duterte, y la Policía anunciaron en la víspera una suspensión indefinida de la controvertida campaña contra las drogas.El sospechoso, un hombre de 44 años, murió en un enfrentamiento en la localidad de San Mateo (al este de Manila) con agentes del equipo de operaciones especiales antidroga de la provincia de Rizal, reveló un informe policial divulgado por el diario local Inquirer.Los policías redactaron en el atestado que el presunto narcotraficante les atacó primero, tras bloquearles el paso con su coche, por lo que "sin tener otra opción" abrieron fuego y lo abatieron.El sospechoso, según el informe, portaba una pistola del calibre 45 y tres pequeñas bolsas de "shabú", como se conoce al clorhidrato de metanfetamina, la droga más barata y popular entre las clases bajas en Filipinas.El incidente cobra relevancia ya que se ha producido solo un día después de que Duterte y el director general de la Policía, Ronald de la Rosa declararan la suspensión temporal de la "guerra contra las drogas".Esta campaña ha causado más de siete mil muertos en los últimos siete meses, de las que al menos dos mil 500 corresponden a enfrentamientos entre agentes y supuestos traficantes o drogadictos.Duterte decidió suspender la campaña para centrarse en eliminar la corrupción policial tras el escándalo por el asesinato de un empresario surcoreano a manos de agentes que supuestamente se aprovecharon del clima de impunidad de los últimos meses.Los agentes presuntamente raptaron en octubre al surcoreano y lo asesinaron en Campo Crame, la sede de la Policía Nacional en Ciudad Quezón, en un caso que tras salir a la luz este mes ha suscitado fuertes críticas a la política antidroga de Duterte y amenaza con abrir un conflicto con Seúl.No obstante, el presidente aseguró el domingo que tras la limpieza de los cuadros policiales la "guerra contra las drogas" se prolongará hasta el final de su mandato en 2022 y no solo por un año como había planeado anteriormente.Dela Rosa, máximo responsable de la Policía filipina y cerebro de la campaña antidroga, se dirigió hoy de nuevo a los agentes en una inusual comparecencia durante una misa en la capilla de Campo Crame.El devoto director policial aseguró que va a emprender una "búsqueda del alma" y "acercarse a Dios" para hallar los errores cometidos e invitó a hacer lo mismo a sus subordinados con el fin de solucionar la corrupción enraizada en el seno de los cuerpos de seguridad del país.