ISLAMABAD, PAKISTÁN (18/FEB/2017).- Pakistán lanzó ayer una operación antiterrorista en la que murió más de una treintena de supuestos insurgentes, como respuesta al atentado suicida ocurrido el jueves pasado en un templo sufí y que se saldó con la muerte de al menos 70 personas. Tras el acto, el Ejército prometió una “venganza inmediatamente” y ayer comenzó con ella.Las operaciones iniciaron unas horas después del atentado en el templo Lal Shahbaz Qalandar, en la provincia meridional de Sindh, cuya matanza fue reivindicada por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).Según diversas fuentes, el mayor número de víctimas se produjo en la provincia de Sindh, con 18 muertos en dos acciones contra insurgentes, indicó el portavoz del cuerpo militar Rangers, el mayor Sibtain, en un comunicado.Aumentan decesos en BagdadLa cifra de muertos por un coche-bomba en un lote de venta de autos en el barrio de Al-Bayaaen, en el Sur de Bagdad, Iraq, alcanzó ayer las 59 personas, indicaron un agente de policía y fuentes médicas.El ataque fue reivindicado hoy por el grupo extremista Estado Islámico, a través de un comunicado.