Ominami, el candidato de la discordia en Chile

BUENOS AIRES.- La carrera para suceder a la presidenta chilena, Michelle Bachelet, tiene un actor inesperado. Un tercero en discordia entre el candidato derechista y favorito, Sebastián Piñera, y el postulante de la oficialista Concertación Democrática (CD) y ex mandatario (1994-1998), Eduardo Frei.

Se trata del socialista Marco Enríquez Ominami, un joven de 36 años, de discurso ágil y perfil contestatario, criado en un hogar de izquierda, que en la última encuesta se transformó en el único candidato que sigue subiendo en las preferencias del electorado, gracias a su abierto desafío a “la política tradicional y sus vicios”.

Filósofo y cineasta, Enríquez Ominami, hijo del asesinado líder del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) Miguel Enríquez, renunció al Partido Socialista, por el cual ocupa una banca de diputado desde 2006. Fue en febrero cuando su agrupación le negó la posibilidad de convocar a una elección interna para dirimir entre él y Frei, quién sería el candidato de la Concertación. Un mes más tarde lanzó su candidatura independiente con el apoyo del Partido Humanista y del Partido Ecologista.

En mayo ya ostentaba 13% de la intención de votos, según el sondeo del Centro de Estudios Públicos (CEP), uno de las encuestadoras más prestigiosas del país, lo que para algunos en la Concertación había sido leído como una señal de alerta. Un nuevo estudio del CEP, conocido el pasado miércoles, disparó las alarmas en la Concertación: Piñera, sigue liderando con 37% desde hace cuatro meses, mientras que Frei cayó dos puntos —al pasar de 30 a 28%— y Enríquez Ominami pasó de 13 a 17%, un ascenso que parece no detenerse.

Si bien con esos datos, y si la elección fuera mañana, se necesitaría una segunda vuelta entre Piñera y Frei, el riesgo para el oficialismo de no pasar a la segunda instancia electoral es concreto. Las divisiones internas y la falta de coordinación entre el Gobierno y la candidatura de Frei, no ayudan a descontar terreno a Piñera ni a frenar la carrera ascendente de Enríquez, que propone una nueva relación entre los políticos y la sociedad. Para algunos analistas, la presencia en los comicios del joven postulante quita votos a Frei.

Para otros, también le arrebata al derechista Piñera el discurso del cambio.

En el equipo de campaña del empresario sospechan que “se trata de un tapado del oficialismo para forzar la segunda vuelta”, más por la relación personal que Enríquez mantiene con Bachelet que por las pruebas concretas que puedan existir.

De hecho, los cuestionamientos de Enríquez no sólo están dirigidos a la derecha “preocupada eternamente por los mismos temas”, sino también a la coalición de Gobierno que “evidencia un desgaste con casos de corrupción incluidos”.

 En 2002, presentó un documental “Los Héroes están Cansados”, donde aparecen cuestionamientos a la Concertación, de la que su padrastro, el ex ministro de Hacienda y senador Carlos Ominami aún es uno de los sostenes.

No todo está perdido

Incluso con la presencia del “candidato inesperado”, no todo parece perdido para el oficialismo. En la misma encuesta del CEP, Bachelet volvió a ratificar su solidez en el Gobierno, lo que hasta hace un año parecía una empresa difícil. Su gestión recibió el apoyo de 74% y su manejo de la economía, en plena crisis internacional, es respaldado por 64% de los consultados.

Así, mientras Enríquez seguirá apostando a los jóvenes que nacieron bajo el “reino” de la Concertación, a Frei no le queda otro camino que ligar su imagen y su campaña al Gobierno, si quiere evitar sorpresas desagradables de aquí a las elecciones de diciembre.

En el peor escenario, Enríquez se convertirá en el árbitro de la contienda electoral. Es imposible que otro candidato llegue a la presidencia sin su apoyo

Patricio Navia, analista.

Marco Enríquez Ominami, candidato socialista a la presidencia de Chile, gana aceptación entre los electores, gracias a su desafío de la política tradicional.