Mueren 25 combatientes en frontera afgana

ASSADABAD, AFGANISTÁN (03/MAY/2011).-  Veinticinco combatientes extranjeros murieron o fueron heridos por las fuerzas de seguridad afganas tras cruzar la frontera desde Pakistán, dijo un funcionario del Gobierno, la primera señal de represalias en Afganistán tras la muerte del líder de Al Qaeda Osama bin Laden.

Bin Laden, cerebro de los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, murió el lunes a manos de las fuerzas estadounidenses en un dramático asalto al norte de la capital pakistaní Islamabad, generando miedo a una venganza de los militantes islamistas.

Jamaluddin Badr, gobernador de la norteña provincia de Nuristan, dijo que entre los 25 combatientes muertos o heridos durante la noche había árabes, chechenos y pakistaníes.

"Somos conscientes de la situación aquí ahora que Al Qaeda y otros elementos tratarán de infiltrase en Afganistán. Hemos lanzado una operación para controlar la infiltración en la frontera".

Los talibanes, Al Qaeda y otros militantes islamistas han operado desde hace tiempo desde refugios y campos de entrenamiento en las regiones de tribus pastunes del anárquico noroeste de Pakistán.

Bin Laden fue protegido por los talibanes afganos antes del 11 de septiembre y logró escapar de las tropas estadounidenses y la milicia afgana durante un asalto a la región montañosa Tora Bora de Afganistán antes de escabullirse a Pakistán.

Comandantes militares, líderes políticos y analistas han advertido que el efecto inmediato de la muerte de bin Laden será probablemente una escalada de violencia en Afganistán cuando los militantes islamistas intenten contraatacar.

REPRESALIAS
Los talibanes afganos no han comentado hasta ahora sobre la muerte de bin Laden. Sus homólogos pakistaníes han prometido aumentar los ataques contra objetivos en Pakistán y Estados Unidos.

Mullah Abdul Salam Zaeef, el antiguo enviado talibán en Pakistán, dijo que Estados Unidos había cumplido su propósito de matar a bin Laden y ahora debería salir de Afganistán.

Washington prometió empezar a reducir gradualmente sus tropas de combate en Afganistán a partir de julio, un proceso que culminaría con la transferencia del mando de las fuerzas de seguridad a fines del 2014.