Sábado, 19 de Octubre 2024
Internacional | Las autoridades se la atribuyen a un enfrentamiento entre pandillas

Matanza en Honduras deja saldo de 17 pesonas fallecidas

Trabajadores de una zapatería artesanal murieron a manos de pandilleros, quienes atacaron con armas de fuego

Por: EFE

Trabajadores de una zapateria murieron en medio de un enfrentamiento entre pandillas. AFP  /

Trabajadores de una zapateria murieron en medio de un enfrentamiento entre pandillas. AFP /

TEGUCIGALPA, HONDURAS (08/SEP/2010) .- Las autoridades de Honduras atribuyeron hoy a pandillas la matanza de 17 trabajadores de una zapatería artesanal perpetrada el martes en el norte del país, mientras el país sufre, al igual que El Salvador y Guatemala, altos índices de violencia por la actividad de esos grupos.

El Ministerio de Seguridad y el Ministerio Público rebajaron hoy de 18 a 17 la cifra de muertos y confirmaron que la principal hipótesis es que la masacre, cometida en San Pedro Sula, fue producto de enfrentamientos entre pandillas, aunque no han establecido las causas concretas.

Los fallecidos son 17 y tres los heridos, que "están en custodia policial" en un hospital, dijo el portavoz del Ministerio Público en San Pedro Sula, Elvis Guzmán.

Puntualizó que "nadie salió ileso", pues los 20 afectados "son todos" los que se encontraban en la zapatería en el momento del ataque.

El ministro de Seguridad, Oscar Álvarez, dijo a periodistas en San Pedro Sula que la masacre refleja "un modus operandi típico de una mara o pandilla" e indicó que se analizan varias posibles causas.

La matanza cometida en la zapatería se suma a hechos similares registrados en los últimos años en Honduras que causaron decenas de muertos y en los que estuvieron involucrados pandilleros.

Álvarez añadió que las investigaciones preliminares indican que la matanza fue cometida por tres hombres armados con pistola calibre nueve milímetros y fusiles AK-47 y 2-23, que llegaron al lugar y huyeron en un automóvil en el que les esperaban dos cómplices.

El ministro presentó retratos-robot de dos de los tres supuestos autores de la matanza, elaborados con ayuda de testigos protegidos.

Álvarez lamentó que "17 personas que estaban trabajando honestamente en una zapatería hayan sido asesinadas" y calificó a los asesinos de "monstruos" y "máquinas de matar".

El fiscal general de Honduras, Luis Rubí, dijo a periodistas en Tegucigalpa, en alusión a los responsables, que "es inconcebible cómo puede haber seres humanos que pueden llegar a tener este tipo de actitudes, pero es un hecho y no puede quedar sin investigarse ni castigarse".

"No es justo, pero es el mundo en que estamos, no sólo aquí en Honduras; se mira en México, en Guatemala, en El Salvador, en otros países donde la violencia es característica", subrayó Álvarez.

Según las autoridades hondureñas, la fábrica de zapatos se encuentra en una zona de San Pedro Sula considerada "caliente" por su fuerte actividad delictiva y controlada por la Mara 18.

Álvarez apuntó que una posible causa de la matanza es que entre los obreros de la zapatería hubiera algunos "simpatizantes" de la pandilla Mara Salvatrucha, principal rival de la Mara 18.

Otras posibilidades son las disputas entre pandillas por el control de territorios y de la venta de drogas al menudeo, según Álvarez, quien desvinculó al dueño de la zapatería, identificado por la prensa como Miguel Alas, de la actividad delictiva.

El portavoz del Ministerio Público dijo que la matanza también podría ser una venganza contra Alas porque se negaba a pagar el llamado "impuesto de guerra", extorsión de los pandilleros para permitir que los negocios y las rutas de transporte funcionen.

Un hijo del propietario, Johan Alas, es uno de los 17 fallecidos, cuyas edades van de 17 a 35 años.

Algunas víctimas eran jóvenes que estudiaban en colegios públicos y trabajaban en la zapatería, según familiares que llegaron a reclamar sus cadáveres a Medicina Forense.

En mayo pasado, ocho jóvenes fueron asesinados en Choloma, cerca de San Pedro Sula, y en abril fueron ultimadas otras nueve personas en Tegucigalpa, hechos que las autoridades atribuyeron a pandillas.

En 2003, unos 61 pandilleros, entre 68 víctimas, murieron en enfrentamientos en la granja penal de El Porvenir (Caribe).

Otros 108 pandilleros murieron en un incendio en el presidio sampedrano en 2004 y ese mismo año miembros de una pandilla atacaron a tiros un autobús de pasajeros en Chamelecón, en la periferia de San Pedro Sula, con un saldo de 28 muertos y 30 heridos.

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