Internacional | La ''Primavera árabe'' enluta a Estados Unidos La campaña presidencial gira hacia la política exterior Los candidatos Barack Obama y Mitt Romney se enfrascan en un discurso sobre quién defiende mejor los valores estadounidenses Por: EL INFORMADOR 17 de septiembre de 2012 - 02:03 hs El republicano Mitt Romney rema contracorriente ante el fallo cometido por su comentario sobre el ataque al consulado. AP / WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS (17/SEP/2012).- Por una semana, el escenario de la campaña presidencial estadounidense se ha trasladado a Medio Oriente. Es la suma de la animadversión contra la política exterior de Washington, que vino a detonar una película sobre Mahoma, profeta del mundo musulmán. Ese pretexto fue bien capitalizado por Al Qaeda, que encontró en las manifestaciones antinorteamericanas el explosivo para perpetrar una venganza, e incendió el consulado de Bengasi, Libia, justo el 11 de septiembre pasado, cuando Estados Unidos honraba a los casi tres mil muertos de los atentados a las Torres Gemelas de Nueva York y el presidente Obama ensalzaba los aires libertarios de la nación más poderosa del planeta. La tragedia de Bengasi y las protestas en los países islámicos se han convertido en una competencia sobre quién defiende mejor los valores y los intereses de Estados Unidos en el exterior. El candidato republicano, Mitt Romney, trata de recuperarse del traspié que dio el miércoles pasado, en su primera reacción a los sucesos de Bengasi, en la que acusó a la Administración de Barack Obama de haber pedido perdón a los atacantes en lugar de haber condenado la agresión. Sólo algunos comentaristas de la extrema derecha siguieron al candidato en esa línea, pero el grueso del Partido Republicano expresó su respaldo al Gobierno. El jueves, Romney bajó ligeramente el tono de sus críticas. Sin referirse específicamente a lo ocurrido en Libia, el aspirante republicano a la presidencia dijo, en un mitin en Virginia, que” observamos el mundo hoy, a veces parece que estamos a merced de los acontecimientos, en lugar de decidiéndolos, y una América fuerte es esencial para decidir los acontecimientos”. Como respuesta, en un acto electoral en Colorado, Obama afirmó que “nuestra misión, como la nación más poderosa sobre la Tierra, es defender, proteger y extender nuestros valores en todo el mundo”. Pero el presidente también ha tenido su propio traspié en estas horas críticas de la campaña. Hablando de su relación con el nuevo Gobierno de Egipto, Obama dijo que ese era “un trabajo en marcha” y que, actualmente, Egipto no era “ni un aliado ni un enemigo”, poniendo en duda la posición que ese país ha ocupado durante décadas como el pilar de la estrategia de Estados Unidos en el Cercano Oriente. Afortunadamente para él, esas declaraciones fueron hechas en el canal en español Tele Mundo, lo que ha limitado su difusión. Pese a todo, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, tuvo el jueves que salir a precisar que el presidente se refería a que no existe un tratado de defensa con Egipto similar al que EU tiene, por ejemplo, con la OTAN. Los sucesos de los últimos días han puesto a Obama en la posición de demostrar que su política de los últimos años, consistente en apoyar la “Primavera árabe” y favorecer el diálogo con los países islámicos, no ha resultado un fracaso. Por el momento, la política exterior había sido una de las bazas principales para la reelección de Obama. La aprobación de los ciudadanos a su gestión en esa materia está por encima de la de otras áreas, como la economía. Pero si las protestas se prolongan (van seis días continuos) y se extiende una sensación de desprotección de las sedes diplomáticas norteamericanas ante las turbas, la opinión pública puede variar rápidamente. De hecho el Gobierno envió barcos y marines a Libia. En Sudán, los marines fueron rechazados y fue necesario cerrar la embajada en Jartum. Algo similar puede ocurrir respecto a lo sucedido en Bengasi. El asesinato del embajador Christopher Stevens y de otros tres empleados no es un asunto que puede quedar sin respuesta, a los ojos de los ciudadanos estadounidenses. Obama ha prometido que se hará justicia y ha movilizado fuerzas militares, pero no parece fácil cumplir con esa promesa sin complicar aún más la situación. Detienen a 50 por atentado “Cerca de 50 personas han sido detenidas en los últimos día por las autoridades relacionadas con el ataque contra el consulado de Estados Unidos, la muerte del embajador Stevens y otros tres estadounidenses”, afirmó Mohammed al-Megaryef, líder del Parlamento libio. Con información de El PAÏS / AFP PROTESTASLa ira en el mundo musulmán >Libia >Sudán >Túnez >Yemen >Egipto >Líbano >Irán >Iraq >Pakistán >Afganistán >Indonesia >India >Dubai >Kuwait >Bangladesh >Malasia >Australia >Franja de Gaza MURSI PROTEGERÁ VISITANTESEL CAIRO, EGIPTO.- Mohamed Mursi, primer presidente elegido democráticamente en Egipto, se ha estrenado en la escena europea con un viaje a Bruselas, considerado por sus anfitriones comunitarios como un gesto revelador del valor que El Cairo concede a una relación de privilegio con la UE. El viaje se produce cuando las calles del mundo islámico vibran de nuevo enfurecidas por un filme en torno a Mahoma que Mursi considera difamatorio y un “crimen contra la Humanidad y contra el islam”. En vísperas de las marchas convocadas para el viernes por los Hermanos Musulmanes en Egipto, que tienen en máxima alerta a las legaciones occidentales, el presidente se ha comprometido en Bruselas a “proteger a nuestros huéspedes y visitantes extranjeros”. La visita de Mursi a Bruselas, seguida de otra a Roma, se ha visto empañada por el nuevo estallido de ira musulmana desencadenado por la Inocencia de los musulmanes, una sátira que produjo su primer estallido sangriento el martes, con el asalto al Consulado de Estados Unidos en Bengasi (Libia) y la muerte de cuatro estadounidenses, entre ellos el embajador, Christopher Stevens, protagonista en la campaña para derrocar a Muamar Gadhafi. José Manuel Durão Barroso, con quien desayunó, y Herman Van Rompuy, con quien almorzó, estuvieron el jueves de acuerdo con Mursi en condenar el ataque y las muertes de Bengasi. Los tres abundaron en el debido respeto a las creencias religiosas y el presidente egipcio hizo hincapié en que, por mucho que duelan a los musulmanes agresiones morales como las de la película, “no pueden ser tomadas como motivo para matar”. No obstante, Mursi cedió la iniciativa a Washington a la hora de poner fin a la crisis: “Pedimos a las autoridades de Estados Unidos que pongan fin a esto, que es un crimen contra la Humanidad y contra el islam”. A su juicio, elementos como esa obra “hacen peligrar las relaciones entre los pueblos del mundo”. Por su parte, Barack Obama presidente de Estados Unidos, también llamó a su homólogo egipcio Mohamed Mursi para hablar sobre las protestas en ese país y dijo que Egipto “debe cooperar con Estados Unidos para asegurar las instalaciones diplomáticas y el personal estadounidense”, Las pasiones desbordadas prueban el viernes, día sagrado para los musulmanes, “el momento más crítico”, según una fuente diplomática de Estados Unidos. El propio Van Rompuy expresó en público ante Mursi su preocupación por lo que pueda acontecer a las representaciones diplomáticas europeas en la región. Con información de EL PAÍS INCIDENTES TILDADOS DE BLASFEMIADe Rushdie al filme sobre Mahoma Desde que en 1989 el escritor británico de origen indio Salman Rushdie fuera condenado a muerte por su libro "Los versos satánicos", considerado blasfemo, varios incidentes relacionados con la religión han desatado la indignación del mundo musulmán. Fue el ayatolá Rujolá Jomeini quien el 14 de febrero de ese año, poco antes de morir, emitió una fatua (edicto religioso) en el que condenaba a muerte al autor, que hubo de esconderse, e incluso ponía precio a su cabeza. Tres millones de dólares para cualquiera de sus compatriotas que ejecutara la sentencia y un millón de dólares para cualquier otro “buen musulmán” que segara su vida. El supuesto pecado fue su reflexión sobre unos polémicos versículos que desaparecieron de El Corán porque según la propia tradición mahometana fueron inspirados por Satanás al Profeta para confundirlo. Más beligerantes e incisivas fueron las obras publicadas por la periodista italiana Oriana Fallaci, quien también hubo de sufrir la intransigencia de los más radicales. En 2002, poco después de los cruentos atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, la reportera sacó a la luz "La rabia y el orgullo", en el que comparaba a los “hijos de Alá” con las ratas. Dos años más tarde, Fallaci azuzó la pira inquisitorial con otra obra, "La fuerza de la razón", criticada por aquellos que considera que existe una cruzada intelectual desde occidente contra los mahometanos. Algunas asociaciones internacionales como el Movimiento contra el Racismo y por la Amistad entre los Pueblos incluso decidió llevarla ante los tribunales por algunas sentencias despectivas de carácter xenófobo. Menor suerte tuvo el director de cine holandés Theo Van Gogh, apuñalado hasta la muerte por un joven musulmán marroquí el 2 de octubre de ese mismo año a causa de su documental "Sumisión", en el que denunciaba la situación de la mujer en el mundo islámico. Un año después, el 30 de septiembre de 2005, decenas de miles de musulmanes se echaron a las calles de todo el mundo para protestar por la publicación en el diario conservador danés "Jyllands Postem" de una serie de caricaturas en las que se representaba a Mahoma con una bomba disimulada en el turbante. Azuzadas por clérigos radicales sunitas y chiítas, particularmente en Irán y Arabia Saudí, las protestas devinieron en asaltos a embajadas danesas en diversos lugares del planeta, que se repitieron durante dos años y segaron la vida de 48 personas. El autor de las viñetas, Kurt Westergaard, se vio obligado a vivir desde entonces en clandestinidad, hecho que no evitó que en 2009 un joven musulmán lograra penetrar en su domicilio y amenazarle con un hacha. De la indignación de los más puristas no se ha librado ni el Papa Benedicto XVI, quien hubo de precisar un discurso pronunciado en 2006 en la universidad alemana de Ratisbona en el que citaba unas palabras del emperador bizantino Manuel II Paleólogo. La cita, en la que aludía a la religión mahometana como “malvada e inhumana”, desató una oleada de ira que incluyó el asesinato de una monja italiana en Mogadiscio, capital de Somalia, y la quema de varias iglesias. En diciembre de 2008, el nivel de alarma terrorista alcanzó su punto más alto en Holanda cuando el diputado ultraderechista Geert Wilders produjo una película crítica con El Corán, en la que alertaba sobre los peligros del islam y que fue difundida por internet. Dos años después, un diálogo en la serie de dibujos animados "South Park" en la que se aludía a Mahoma propició que los responsables de la "web" Revolutionmuslim.com lanzaran en abril de 2010 una agresiva campaña de denuncia. En 2011, la espita de la indignación la abrieron dos pastores de una iglesia de Florida, Terry Jones y Wayne Sapp, que emitieron video en el que se quemaba un Corán. La divulgación de la cinta, unida a unas provocativas declaraciones de Jones, tuvo como consecuencia una serie de atentados y ataques que segaron la vida de varios ciudadanos de Estados Unidos y funcionarios de la ONU destacados en Afganistán. El 20 de febrero de 2012, unas fotos en las que se podía observar a soldados estadounidense en la base de Bagram, en Afganistán, quemando ejemplares del Corán causaron graves protestas, en la que murieron numerosas personas, pese a las disculpas del presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Cuatro meses después, Túnez fue escenario de otra movilización en contra una exposición de arte considerada ofensiva para el islam, en la que pereció una persona, más de un centenar resultaron heridas y 160 detenidas. El último de estos incidente ocurrió el pasado 12 septiembre tras la divulgación en internet de un video burlesco sobre la vida de Mahoma, cuyo autoría es objeto de controversia y que al parecer ha sido filmado y producido en EU. Las protestas, que este viernes se extendieron a todo el mundo musulmán, han segado la vida de 16 personas, entre ellas el embajador estadounidense en Libia, Chris Stevens, primer jefe de misión norteamericano muerto en acto de servicio en Medio Oriente desde 1979. Temas Norte América Elecciones EU Islam Estados Unidos Barack Obama Mitt Romney Lee También Mayoría en EU aprueba al futuro presidente Sucesión rectoral superada El 20 de enero de 2025 “No sé qué diablos es”, pero ahora… Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones