La AI denuncia ataques del Ejército sirio contra civiles

LONDRES, INGLATERRA (18/SEP/2012).- Amnistía Internacional (AI) denunció hoy los ataques "indiscriminados e incesantes" que perpetra el Ejército sirio contra civiles, muchos de ellos niños, y pidió a la ONU que actúe para proteger a la población.

En un comunicado, la organización pro derechos humanos insta al Consejo de Seguridad de la ONU a remitir el caso a la fiscalía del Tribunal penal internacional, para garantizar que los responsables serán perseguidos por "crímenes de guerra".

Amnistía explica que sus investigaciones sobre el terreno demuestran que las tropas sirias en retirada bombardean de forma indiscriminada las zonas que dan por perdidas por la presión de las milicias rebeldes.

Durante la primera mitad de septiembre, AI documentó la muerte de 166 civiles, entre ellos 48 niños y 20 mujeres, en unos 26 pueblos y ciudades de las zonas de Idlib, Jabal al Zawiya y el norte de Hama.

"Las fuerzas gubernamentales bombardean y atacan de forma rutinaria ciudades y pueblos utilizando armas de combate que no pueden dirigirse a objetivos específicos, sabiendo que las víctimas de tales ataques son casi siempre civiles", declara la asesora de AI en situaciones de crisis, Donatella Rovera.

Rovera, que acaba de volver del norte de Siria, subraya en la nota que ese tipo de armas "no deberían usarse nunca en zonas residenciales".

La experta observa que lo que ocurre en esa parte del país está pasando desapercibido para los medios de comunicación, "ya que la atención se ha centrado en los combates en Alepo y Damasco".

"Este tipo de ataques indiscriminados son crímenes de guerra", advierte.

Amnistía ha presenciado bombardeos y disparos con artillería y mortero que han causado decenas de víctimas en varias localidades del norte de Siria, como 35 muertos en el pueblo de Kafr Anbel en dos ataques diferentes.

La organización documenta varias matanzas perpetradas en agosto en Shellakh, cerca de Idlib, y en Ma'arat al-No'man, entre otros lugares.

AI critica la "parálisis" de la comunidad internacional, que no ha logrado llegar a un consenso para poner fin a estos ataques.

En su nota, pide a la ONU que remita el caso al Tribunal de la Haya, "para garantizar que los autores de estos crímenes de guerra y otros delitos bajo la legislación internacional son llevados ante la justicia".

Si esto se hiciera, "se enviaría un mensaje claro" a los responsables de las matanzas de que "no quedarán impunes", y ello haría que tanto el Ejército sirio como las fuerzas rebeldes "se lo pensaran dos veces antes de cometer esas violaciones de la ley", incide Rovera.

Amnistía denuncia que los rebeldes "también han empleado en ocasiones armas de poca precisión" como morteros o cohetes (de fabricación casera) en áreas pobladas.

Si el conflicto continúa -alerta la organización-, existe el riesgo de que los opositores del régimen se hagan con armamento de largo alcance y a su vez aumenten los ataques indiscriminados, visto que la comunidad internacional no ha actuado para detener los cometidos por las fuerzas gubernamentales.

"Todos los grupos armados de oposición -el Ejército libre de Siria y otros- deben dejar claro a aquellos bajo sus órdenes que el hecho de que las fuerzas del Gobierno violen la ley internacional no les excusa para hacer lo mismo, y tales violaciones no serán toleradas", asevera Amnistía.