Jueves, 28 de Noviembre 2024
Internacional | Conservador atípico y rebelde

John McCain

Es un héroe de guerra de 72 años con aversión a la autoridad que no se pliega a los jerarcas de su partido y a quien le gusta el riesgo, en su vida personal y en la política.

Por: EFE

ESTADOS UNIDOS.- Estudiante mediocre, aficionado al juego y senador propenso a la ira, John Sidney McCain III no es un candidato republicano convencional.

Ha apostado su campaña a sus credenciales como independiente, en un año en que el público está cansado de la hegemonía republicana y de ocho años de George W. Bush en la presidencia.

McCain nunca ha sido el hombre más popular entre los legisladores republicanos. En su partido llegaron a señalar que colaboraba con el Partido Demócrata, algo no muy positivo.

Tampoco ha sido santo de devoción de la derecha religiosa y el deseo de ganársela le llevó en parte a escoger como candidata a la vicepresidencia a Sarah Palin, la gobernadora de Alaska.

McCain se la jugó con Palin, una desconocida con muy poca experiencia política, pero cuya oposición al aborto y al matrimonio entre homosexuales, y su afición por el rifle encanta a la base más conservadora del partido.
La elección de Palin demuestra la afinidad de McCain por los golpes de efecto, esas decisiones radicales y súbitas del hombre que no teme el equivocarse, sino el no actuar.

En el Senado, el veterano senador por Arizona apoyó la disminución de la regularización del sistema financiero, que sin el yugo público cometió los excesos que han llevado a la crisis actual.

Nació en 1936 en una base naval estadounidense en el Canal de Panamá y como su padre y su abuelo estaba destinado a ser marino.
Impulsado a una juventud desobediente, estuvo a punto de ser expulsado de la Academia Naval de Annapolis, la más prestigiosa del país, donde se ganó la reputación de playboy, irreverente y desaliñado.

En 1967 un misil derribó su bombardero en Vietnam y pasó los siguientes cinco años y medio en campos de prisioneros. Cuando en 1973 pisó su país de nuevo, con muletas, McCain sufría las secuelas de sus heridas al caer del avión. Hoy en día no puede levantar los brazos por encima de la cabeza y tiene una leve cojera.

En el terreno profesional se adaptó bien, con un cargo como jefe de la oficina de la Marina en el Congreso, pero en el personal su afición por las mujeres le llevó a un divorcio de su esposa, que le había esperado todos los años que estuvo en Vietnam.
Un mes después se casó con su actual compañera, Cindy, 17 años menor que él.
En 1985 entró en el Senado, gran parte de su trabajo como reformista en esta Cámara ha venido de una necesidad de redimirse a sí mismo. Quiere llevar su celo a la Casa Blanca.

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