Debe revertir Argentina crisis energética tras expropiación de YPF

BUENOS AIRES, ARGENTINA (05/MAY/2012).- El gobierno de Argentina enfrenta, después de la expropiación de la petrolera YPF, filial de la española Repsol, el reto de revertir la crisis energética que transformó a este país sudamericano de exportador a importador de petróleo y gas.

La presidenta argentina Cristina Fernández logró que el Congreso aprobara la expropiación en sólo 17 días y por amplia mayoría, incluidos sectores de la oposición, pero ahora viene la difícil tarea de lograr un manejo profesional y eficiente de la empresa.

Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) fue la firma estatal de hidrocarburos de Argentina desde 1922 hasta 1992, año en el que se convirtió en una sociedad anónima, aunque fue hasta 1999 que el español Grupo Repsol compró casi la totalidad de sus acciones.

Aunque Repsol ha advertido que exigirá una indemnización de 10 mil millones de dólares, lo cierto es que los números que entrega con su forzada salida de YPF son negativos y se deben, en parte, a la falta de controles de los gobiernos kirchneristas.

En la última década, la presencia de Repsol YPF se redujo de 60 a 30 por ciento del mercado energético argentino debido a la abrupta baja de su producción, pese a las millonarias ganancias que obtuvo.

Entre 1999 y 2011, Repsol YPF ganó utilidades por 16 mil 450 millones de dólares, de los cuales se quedó con 13 mil 246 millones de dólares, mientras que la producción de petróleo se derrumbaba en un 54 por ciento y la de gas en un 57 por ciento.

En una política que el gobierno argentino calificó como ''de virtual vaciamiento'', las importaciones de combustibles fueron creciendo hasta que en 2011, por primera vez en 17 años, Argentina importó más energéticos de los que exportaba.

El déficit alcanzó los tres mil millones de dólares y se mantendrá así en 2012, debido a que las inversiones para realizar nuevos trabajos de exploración son millonarias y el gobierno deberá atraer capitales extranjeros.

Las actuales reservas de petróleo y gas del país sudamericano no alcanzan para una década, pero el gobierno confía en que revertirá está situación gracias al descubrimiento de una de las reservas energéticas más importantes del mundo.

Se trata de Vaca Muerta, un yacimiento ubicado en la provincia de Neuquén, a mil 100 kilómetros de Buenos Aires y fronterizo con Chile, pero que necesita inversiones de por lo menos mil millones de dólares anuales para extraer los energéticos.

De acuerdo con las previsiones oficiales, en esta región hay reservas por 22 mil 800 millones de barriles de petróleo, que es más de 10 veces lo que tiene ahora Argentina, y de 6.8 millones de metros cúbicos de gas, lo que multiplica por 20 las reservas.