David Cameron ''malviniza'' la agenda británica

CIUDAD DE MÉXICO (12/FEB/2012).- Los tiempos han cambiado. Ni Argentina ni Gran Bretaña son los mismos de hace 30 años. Hoy, el país sudamericano, en plena democracia, ha fortalecido su economía nacional, como en casi toda la región, y la nación europea vive una crisis financiera de la que no es ajena Europa.

Analistas prevén que la situación de ambos gobiernos podría desatar un conflicto mayor en momentos en que Gran Bretaña llevó un buque nuclear a territorio de las Islas Malvinas y Buenos Aires formalizó una queja ante el Consejo de Seguridad de la ONU por la “militarización” del Atlántico Sur.

Sin embargo, la embajadora de Argentina en México, Patricia Vaca Narvaja, asegura que su país no busca ningún conflicto bélico ante las “provocaciones” de Gran Bretaña.

Vaca Narvaja opina que las Islas Malvinas le pertenecen por derecho a su país —incluso a toda América Latina— y que, a pesar de que Reino Unido “ocupó” el territorio en 1833, el archipiélago pertenece a la plataforma submarina argentina.

— A diferencia de hace 20-30 años, hoy Argentina goza de prestigio internacional por su incorporación al G-20 y el apoyo de Brasil, la sexta economía del mundo, ¿son elementos suficientes para pronosticar que esta vez sí Gran Bretaña se sentará a la mesa del diálogo?

— Son más elementos los que hacen que el país tenga una mejor posición ahora de la que tenía hace 20 o 30 años y en Argentina esperamos que cumplan (Gran Bretaña) con lo que recomiendan las resoluciones de Naciones Unidas y sentarnos a dialogar.

Recordemos que todos los gobiernos democráticos han sostenido el derecho al diálogo desde que Reino Unido usurpó y expulsó a toda la población argentina en 1833 y, literal, trasplantó habitantes de su territorio, desde entonces Argentina reclama su derecho de soberanía. Todos nuestros gobiernos democráticos —salvo la dictadura (1982) que generó el conflicto— han impulsado el diálogo entre ambos países.

De ninguna manera Argentina y sus gobiernos han tenido ni tienen vocación belicista, siempre se han referido a organismos internacionales para llegar a un acuerdo de manera pacífica.

Desde 2003 con el Gobierno de Néstor Kirchner y luego de Cristina Fernández, este tema estuvo en la palestra en una política exterior sostenida y Argentina continúa reclamando sus derechos y en esto hemos tenido cada vez más el apoyo de todo el mundo.

Hoy Inglaterra está sola en su decisión de no sentarse a dialogar porque todos los países están planteando que se abra al diálogo con Argentina.

Incluso la región, en todas las cumbres, ha tomado la decisión de no dejar que buques con la bandera ilegítima de Islas Malvinas puedan estar en sus puertos. Entonces, creo que Inglaterra debe sentarse y respetar el derecho.

— ¿Cuál es el valor que le dará la diplomacia argentina a la cuestión económica? En términos generales, Inglaterra afronta dificultades internas por el freno de la economía europea y Argentina crece en un contexto favorable en América Latina.

— El objetivo de no querer sentarse tiene más que ver con una política interna complicada que tiene Reino Unido y su primer ministro David Cameron, y porque el interés obviamente del país europeo en las islas es el petróleo y los recursos naturales del archipiélago. Por eso no quiere sentarse a negociar.

Ése, es el único interés porque de otra manera no tiene sentido, dicen que ese territorio les pertenece cuando no hay siquiera una cercanía con las Islas Malvinas.

Lo que sí debe quedar claro es que nosotros respetamos los derechos, la idiosincrasia y la cultura de los pobladores de las Islas Malvinas, a pesar de que están ahí porque Inglaterra expulsó a todos los argentinos en el pasado y trasplantó a sus habitantes.

— ¿Cómo superar el poder de veto del rival en el Consejo de Seguridad de la ONU?

— Creo que ahí hay que hacer un ejercicio de presión de todos los integrantes del Consejo de Seguridad y que Inglaterra quede sola para que no le quede de otra más que negociar.

— El general Leopoldo Galtieri aprovechó en su momento la cuestión bélica para “malvinizar” la agenda nacional, sectores de la oposición en Argentina advierten que se puede repetir la historia, ¿por qué no?

— Inglaterra está haciendo precisamente eso y está utilizando las Islas Malvinas para distraer la atención pública de su situación política crítica.

El Gobierno del país europeo está “malvinizando” su agenda nacional para despistar al mundo de la situación que le toca vivir a raíz de la crisis financiera.

— Curioso, en 1982 Galtieri pedía que los ingleses “llevaran al principito”; hoy el principito ya está ahí, sin que lo llamen ¿cómo lee esta parábola?

— Esta decisión de enviar al príncipe (Guillermo de Cambridge) con su uniforme militar de guerra, mandar un barco de última generación militar, parece que a esta altura de la situación es más que un ejercicio de rutina.

Están invadiendo el territorio y lo hacen para despistar al mundo. Es una provocación por donde se vea.

— ¿Cómo mide hoy la actitud de Chile en el conflicto, con un Gobierno de derecha?, desde la Guerra de Malvinas quedaron resquemores entre ambos países…

— Eso ya quedó en el pasado, Chile ahora es una nación hermana y se tiene la mejor relación, además de que ellos nos viene acompañando totalmente en esta decisión de dialogar.

— ¿Qué espera de México, más allá de las declaraciones y un voto a favor en la Asamblea de la ONU?

— México nos viene acompañando en este pedido.

De hecho, fue el primer país donde se constituyó el primer Grupo de Solidaridad con Malvinas. El mismo está integrado por el rector de la UNAM, José Narro Robles; el presidente del Colegio de México, Javier García Diego; el ex canciller Jorge Castañeda; la ex canciller y actual senadora, Rosario Green y el ex canciller Fernando Solana.

Así que no sólo tenemos el acompañamiento del Gobierno sino del sector académico, político y social. El apoyo de México ha sido tan grande que a partir de que formamos esta asociación en favor del archipiélago, se han conformado más de una decena de grupos más alrededor del mundo.


PERFIL

Militante en el progresismo

Patricia Vaca Narvaja, embajadora de Argentina en México, tiene similitudes con la presidenta Cristina Fernández en cuanto a su formación en la universidad pública, así como en una larga militancia en los sectores de la centroizquierda del peronismo.

Vaca Narvaja militó en la Juventud Peronista (JP) y es graduada de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) con el título de instrumentista quirúrgica.

Tuvo una larga trayectoria en la defensa del consumidor, desde diferentes cargos públicos, antes de aceptar la encomienda del Gobierno de Buenos Aires para representarlo en México.

Patricia Vaca estuvo exiliada en México tras el golpe de Estado, en 1976.



BUSCA RESPALDO A SUS DEMANDAS ANTICOLONIALISTAS

Buenos Aires refuerza su ofensiva diplomática

BUENOS AIRES, ARGENTINA.- La ofensiva diplomática argentina va más allá de las Naciones Unidas.

Para reforzar su defensa por la soberanía de las Islas Malvinas en los foros internacionales a tres décadas de la guerra que perdió ante Reino Unido, el gobierno de Cristina Fernández acudirá a la Cumbre de las Américas que se realizará en Colombia, y las de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) y del Mercado Común del Sur (Mercosur), donde Argentina espera consolidar el respaldo a sus demandas anticolonialistas.

En septiembre próximo, además, la presidenta Cristina Fernández enfatizará ante la Asamblea General de Naciones Unidas el incumplimiento de Reino Unido a las resoluciones del organismo que instan a iniciar un diálogo con el país sudamericano.

Desde el año pasado comenzó a multiplicarse el apoyo de los países sudamericanos a la posición argentina, y el logro más evidente fue el cierre de puertos a los barcos con banderas malvinenses, lo que ya ha afectado a los pobladores de las Islas.

La añeja denuncia de Argentina recobró vigencia, ya que el próximo 2 de abril se cumplirán 30 años del inicio de una guerra que perdió ante la potencia europea luego de dos meses y medio de combates que dejaron un saldo de 900 muertos en ambos bandos.

Fernández ya ha dejado en claro que el tema no se difuminará después de las conmemoraciones que presidirá para honrar a los soldados que fallecieron, y que renovará sus críticas a Reino Unido por su negativa a dialogar.

De hecho, en sus últimas apariciones públicas recordó que en 2013 se cumplirán 180 años de la invasión inglesa a Malvinas, territorio austral en el cual el 2 de abril de 1982 desembarcaron tropas argentinas para recuperar la soberanía.

La presidenta también hará énfasis en una autocrítica como país, ya que ordenó la apertura inmediata de archivos que deberían permanecer clasificados y demuestran las irregularidades cometidas por el gobierno militar durante la guerra.

NTX