Cristina Fernández pide intervención del Papa por Malvinas

CIUDAD DEL VATICANO (18/MAR/2013).- La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, pidió hoy al Papa Francisco que intervenga para facilitar el diálogo con el Reino Unido por las Islas Malvinas, que forman parte de las colonias británicas desde la invasión a fines del siglo XIX.

Según reveló la propia mandataria durante un encuentro con la prensa en un céntrico hotel de la ciudad de Roma, este fue uno de los primeros temas que abordaron ambos durante un almuerzo privado que tuvieron este lunes en la Casa de Santa Marta del Vaticano.

Fernández aseguró que para su país resulta fundamental que ambas naciones se sometan a las diversas declaraciones emanadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en las cuales se pide que las partes retomen el diálogo.

Reveló además que invitó al Papa a visitar Argentina ni bien tenga oportunidad y el líder católico respondió que debe revisar su agenda ya que un día antes de ser ungido como Papa -este martes durante una misa en la Plaza de San Pedro- ya tiene una seguidilla interminable de eventos programados.

Además recordó que Francisco ya tiene una cita con América Latina por la Jornada Mundial de la Juventud que tendrá lugar en Río de Janeiro en el próximo mes de julio.

La presidenta expresó su emoción por el encuentro, sostuvo que ella acudió a la cita como representante de todos los argentinos y exclamó: "no podía no venir".

Asimismo habló con el Papa sobre la trata de personas, la esclavitud y sobre la "patria grande" latinoamericana, un concepto que -dijo- fue emocionante escuchar en labios de un pPontífice.

Durante la audiencia y la comida, en la cual estuvieron a solas, ella le regaló al Papa un juego de mate, la bebida típica argentina y recibió a cambio unos libros editados por el Consejo Episcopal Latinoamericano, la copia de una placa y un mosaico sobre la construcción de la Plaza de San Pedro.

Además dijo haber recibido un obsequio "especial y personal": una rosa blanca, en recuerdo de Santa Teresita, a la cual el Papa es muy devoto.