NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS (08/OCT/2016).- Hillary Clinton tomó todas las precauciones posibles para garantizar que los electores jamás se enteraran de lo que les decía a banqueros inversionistas, cabilderos y ejecutivos de empresas en decenas de discursos pagados que pronunció a puerta cerrada antes de postularse a la presidencia.Resulta que la candidata presidencial demócrata tenía buenas razones para hacerlo.Los comentarios privados de Clinton contrastan marcadamente con el enérgico mensaje que ha pregonado en su campaña, en particular durante la reñida contienda interna por la candidatura de su partido.Algunas de las declaraciones de Clinton han atizado nuevamente los peores temores de los liberales sobre ella, a decir que es moderada políticamente, que está dispuesta a negociar acuerdos con los intereses empresariales y a complacer a Wall Street a cambio de recursos para su campaña.La organización WikiLeaks difundió el viernes lo que describió como miles de correos electrónicos extraídos mediante piratería cibernética de la cuenta de correo electrónico personal del presidente de campaña de Clinton.Entre los documentos disponibles en internet estaba la revisión interna de los discursos de Clinton efectuada por colaboradores de campaña para medir el daño político que pudieran causar las declaraciones que hizo si alguna vez se hicieran públicas.En lo que los colaboradores consideraron uno de los pasajes más perjudiciales, Clinton reflexiona sobre la necesidad de concertar acuerdos políticos "desagradables" y asegura a inversionistas de bienes raíces que "ustedes necesitan tanto una posición pública como una privada".Ante banqueros de inversiones de Goldman Sachs y BlackRock, Clinton reconoce que "está algo distante" de la educación para la clase media que menciona con frecuencia en sus actos de campaña.Clinton dijo a la directora general de Xerox, Ursula Burns, que ambos partidos políticos deberían ser "sensibles, moderados y pragmáticos".Y en discurso ante algunos de los bancos más grandes del país, Clinton puso de relieve sus vínculos de mucho tiempo con Wall Street, bromeó con los altos ejecutivos y afirmó que ella considera al sector financiero un socio en la regulación gubernamental."Asimismo parte del problema con la situación política es que hay grandes prejuicios contra las personas que han tenido vidas exitosas y/o complicadas", afirmó Clinton, de acuerdo con un extracto de una discusión en octubre de 2013 con el director general de Goldman Sachs, Lloyd Blankfein.Clinton al parecer cuestiona la importancia de las ventas de activos que los ejecutivos financieros emprenden a menudo para evitar la aparición de conflictos de interés cuando ingresan en el servicio gubernamental.