Cierran las urnas sin incidentes en Mozambique

MAPUTO, MOZAMBIQUE.- Los urnas se cerraron hoy en Mozambique a las 18.00 hora local (16.00 GMT), tras once horas de votaciones sin incidentes y con una numerosa participación para dar su voto en las cuartas elecciones generales desde que el país se independizó de Portugal, en 1975.

Tras la hora oficial de cierre, muchos centros electorales permanecieron abiertos hasta que acabaron de votar los ciudadanos que esperaban en la cola, en unos comicios en los que todos los pronósticos coinciden en que ganarán el oficialista Frente de Liberación de Mozambique (FRELIMO) y el presidente, Armando Guebuza.

Inmediatamente después del cierre de las urnas, se inició el recuento de votos y los primeros datos parciales podrían conocerse esta misma semana, aunque la Ley Electoral da de plazo hasta el 13 de noviembre para que la Comisión Nacional de Elecciones proclame los resultados definitivos.

Más de diez millones de mozambiqueños están registrados como votantes, de los 22 millones de habitantes del país, y deben elegir al nuevo presidente, los 250 diputados del Parlamento y los legisladores de diez asambleas provinciales.

Durante el día, según pudo comprobar en varios colegios de Maputo, el ambiente fue de calma y las votaciones se efectuaron con normalidad, con largas colas en muchos de ellos, no sólo en la capital, sino también el resto del país, según mostraron las televisiones locales.

Algunos comentaristas locales y observadores electorales nacionales indicaron que si se mantenía la asistencia, en estás elecciones la participación sería considerablemente mayor que en 2004, cuando no llegó al 40 por ciento.

Entre los primeros en votar esta mañana, estuvo Guebuza, el actual presidente y candidato a la reelección por el oficialista FRELIMO, quien depositó sus papeletas en la escuela secundaria de Josina Machel, del centro de Maputo,

Guebuza, cuyo partido ha gobernado Mozambique desde que se independizó de Portugal, resaltó su deseo de que haya una abultada participación y dijo que, "teniendo en cuenta la numrosa asistencia a los actos del periodo de campaña, esperamos que haya más votantes esta vez".

El candidato de la Resistencia Nacional Mozambiqueña (RENAMO), la antigua guerrilla, Afonso Dhlakama, derrotado en los tres anteriores comicios presidenciales por los aspirantes del FRELIMO, votó también en Maputo, en la escuela secundaria de Polana, donde expresó su deseo de que estos comicios sean "libres y justos".

Dhlakama insistió en que se necesita que los resultados de las elecciones sean "transparentes" para que todos los acepten, sin que "se repitan las disputas electorales ocurridas en otros países" africanos, como Kenia y Zimbabue.

El tercer candidato a la presidencia, Daviz Simango, del Movimiento Democrático de Mozambique (MDM), votó en un colegio de la ciudad portuaria de Beira, la segunda del país y donde encabeza el consejo municipal.

Simango, que se escindió con un grupo de dirigentes y militantes de la RENAMO el año pasado, lo que ha debilitado a la oposición, aseguró a los periodistas que acudieron a verlo votar que llegar a la Presidencia del país es "el sueño de mi vida", aunque agregó: "Lo dejo en manos de Dios".

Un total de 17 partidos y dos coaliciones presentan candidaturas para la Asamblea de la República, aunque sólo el FRELIMO y la RENAMO lo hacen en todas las circunscripciones, mientras el MDM ha denunciado maniobras oficialistas para rechazar sus candidaturas y sólo ha podido mantenerlas en 4 distritos.

Desde la independencia de Portugal, hace 34 años, el FRELIMO ha gobernado Mozambique y, en la actualidad, ocupa la Presidencia y tiene una mayoría legislativa cómoda, de 160 de los 250 escaños de la Asamblea de la República, que espera revalidar, en especial debido a la debilidad de una oposición dividida.

Más de un millar de observadores nacionales e internacionales, entre ellos representantes parlamentarios españoles, de la Unión Europea (UE), Unión Africana (UA) y la Comunidad para el Desarrollo de África Meridional (SADC), supervisarán el desarrollo de los comicios, para las que están acreditado unos quinientos periodistas.