Aún lejos, la erradicación del hambre a nivel mundial

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BERLÍN, ALEMANIA (11/OCT/2010).- En los últimos 10 años el hambre en el mundo ha disminuido poco en algunos países, entre ellos algunos de Latinoamérica, pero el problema aún es grave y está lejos de acercarse a la Meta del Milenio para reducirlo a la mitad en 2015. 

Los mayores progresos en el combate al hambre de la última década se registraron en el Sudeste Asiático, en Latinoamérica y El Caribe, con un retroceso del Índice de por lo menos 40 por ciento. En cambio, los peores valores en materia de hambre los registran el Sur de Asia y los países africanos al Sur del Desierto del Sahara. 

El problema del hambre en el mundo disminuyó, según la comparación de los índices de 1990 (hace 20 años) y el de 2010 de 19.8 a 15.1 por ciento.  

La organización alemana Welthungerhilfe comentó que, sin embargo, la Meta del Milenio de reducir a la mitad la cantidad de personas hambrientas en el mundo entre 1990 y 2015 "está muy lejos de haberse alcanzado".  

La organización recordó que sólo faltan cinco años y que en ese lapso se deben redoblar los esfuerzos. El aspecto más preocupante del Índice es que la cantidad de niños subalimentados de menos de 5 años sólo disminuyó en 2.6 por ciento en los 20 años transcurridos. 

La mayor organización alemana no gubernamental, Ayuda para el Hambre en el Mundo (Welthungerhilfe), dio a conocer este día el Indice sobre ese problema, que fue elaborado por el Instituto Internacional de Investigación para la Política Agraria y Alimentaria, el IFPRI.  

Dicho instituto tiene su sede en Washington y para la realización del Indice colaboró también la organización irlandesa Alliance 2015-Partner Concern Worldwide.  

El IFPRI reveló el Indice 2010 sobre el hambre en el mundo en forma simultánea en Estados Unidos, India, Alemania e Italia a través de las principales organizaciones que se avocan a contribuir en la solución de ese problema en el mundo. 

Por otro lado, el informe señala que la tasa de la mortalidad de niños menores de 5 años bajó aún menos. "En términos generales hay muy poca razón para la alegría, ya que el Índice del Hambre en el Mundo es preocupantemente alto en el mundo', puso de relieve la organización alemana Welthungerhilfe.  

El Índice consta de tres indicadores que reflejan distintos aspectos del hambre en el mundo. La calificación por país va de cero, donde no hay ese problema, a 100, donde el problema es sumamente grave.  

En Latinoamérica y en el Sudoeste de Asia, el problema del hambre disminuyó en 40 por ciento, aunque sigue estando presente.  

Las razones que causan el hambre en el Sudeste asiático, la niñez en especial -niños que pesan menos de lo que deberían porque su ingesta de alimento no cubre sus necesidades- se debe principalmente a la precaria situación de las mujeres en esas sociedades.  

En África, al Sur del Sahara, las razones son otras: la elevada mortalidad infantil y la alta tasa de gente subalimentada son la consecuencia de malos gobiernos, así como de conflictos, inestabilidad política y elevadas tasas de Sida.  

"Algunos países han registrado notables progresos en la lucha contra el hambre: entre 1990 y 2010 mejoraron sus índices en forma clara Nicaragua, Angola, Viertnam, Ghana y Mozambique".  

Se apuntó que, en cambio, en 29 países la situación sigue siendo evaluada como muy grave. La nación en donde el problema del hambre es más grave es en la República Democrática del Congo.  

En ese país ha habido un empeoramiento de la situación alimentaria de 65 por ciento. Los conflictos y la inestabilidad política han hecho más grave el problema del hambre.  

Los países con los niveles más graves de hambre en el Índice, además de la República Democrática del Congo, son Burundi, Eritrea y Tchad, que se ubican al Sur del Sahara.  

En Burundi, la República Democrática del Congo, Eritrea, Haití y las Islas Comores se registran las cifras más altas al llegar al 50 por ciento de la población que padece hambre.  

En Bangladesh, en India, en Yemen y en Timor del Este se sitúan las tasas más altas de niños subalimentados menores de 5 años. Más del 40 por ciento de ese sector de la población infantil está subalimentada.  

En Afganistán, Angola, Somalia y Tchad la tasa de mortalidad infantil de niños de menos de 5 años es la más alta en el mundo. Más de un quinto de los niños en esos países no alcanzan a cumplir 5 años.  

El Indice que se realizó en 1990 y el que se dio a conocer este lunes se basa en tres indicadores relevantes: el porcentaje de subalimentados en la población, que considera a las personas que no cubren al día su necesidad de calorías.  

El segundo indicador es el porcentaje de niños menores de 5 años con un peso menor al que deberían tener.  

El tercero es la tasa de mortalidad de niños de menos de 5 años, que refleja la interacción, calificada en el reporte como fatal, de la escasez de alimento con un medio ambiente perjudicial para la salud.  

En Latinoamérica no hay países que registren el grado más grave de hambre, que es del 30 por ciento de la población o más. El país en el que es más severo el problema del hambre en esta región es Haití, donde entre el 20 y casi el 30 por ciento de la población está hambrienta.  

Le siguen con una población con hambre de un 10 a 19.9 por ciento Bolivia y Guatemala.  

El nivel del hambre es 'moderado' en Perú, Paraguay, Ecuador, Colombia, Venezuela, Trinidad y Tobago, Guyana, Surinam, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana. La población afectada es entre el 5 al 9.9 por ciento.  

Sobre la Guyana Francesa y Belice no hay datos, de forma que no fueron ubicados por el índice. En el resto de Latinoamérica el problema del hambre es 'poco' con hasta 4.9 por ciento de la población, categoría en la que se encuentran México, Brasil, Argentina, Chile, Cuba, Jamaica y Costa Rica.