Anticipan papel de Irán en Al Qaeda post bin Laden

WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS (18/MAY/2011).-La muerte de Osama bin Laden ha centrado la atención en qué papel pudiera desempeñar Irán en el futuro de Al Qaeda, y las agencias de inteligencia en todo el mundo analizan reportes según los cuales Saif al-Adel había asumido el mando interino de la red terrorista.

Lo último que se sabía de al-Adel era que estaba bajo arresto domiciliario en las afueras de Teherán.

El historial terrorista de al-Adel, uno de los fundadores de Al Qaeda, incluye ayudar a planear los ataques con bombas en 1998 contra embajadas estadounidenses en Africa. Pero el egipcio tuvo severos desacuerdos con bin Laden y se opuso a los ataques del 11 de septiembre del 2001. Predijo acertadamente que causar la ira de Estados Unidos perjudicaría los esfuerzos internacionales de Al-Qaeda.

Al-Adel está entre las numerosas figuras de importancia de Al Qaeda en escapar a Irán tras la invasión estadounidense a Afganistán. Fueron arrestados en el 2003 y colocados bajo lo que ha sido llamado "arresto domiciliario" en un complejo en las afueras de Teherán. A lo largo de los años, algunas de esas figuras han entrado y salido del complejo, y Washington ha expresado preocupaciones de que un día Irán pudiera dejarles en libertad para restaurar los mandos de Al Qaeda.

Esta semana, Noman Benotman, un antiguo yijadista que tuvo lazos con Al Qaeda en Afganistán, Pakistán y Sudán, y que ahora es analista de seguridad en Londres, dijo que al-Adel servirá como líder interino de la red hasta que se nombre un sucesor permanente de bin Laden.

"Ellos necesitan a alguien al frente de la organización para la coordinación diaria hasta poder seleccionar un líder", dijo Benotman el miércoles. "Ese es el papel de Saif".

No estaba claro exactamente dónde estaba al-Adel. Algunos analistas de terrorismo y funcionarios de inteligencia dicen que salió de Irán el año pasado y se reintegró a Al Qaeda en la región paquistaní fronteriza con Afganistán. Al-Adel es uno de los terroristas más buscados por el FBI, y Estados Unidos ha ofrecido una recompensa de cinco millones de dólares por su captura.

Aunque funcionarios occidentales y árabes de inteligencia dicen que no han visto evidencia de que al-Adel haya tomado las riendas, su emergencia como posible sucesor de bin Laden ha renovado el debate sobre las figuras de Al Qaeda que habían estado en Irán.

Irán y Al Qaida tienen una relación de conveniencia, no una alianza. El régimen chiíta de Teherán es generalmente hostil a la red terrorista suní, pero consideran a Estados Unidos el enemigo común.

Si al-Adel o cualquiera de los otros líderes de Al Qaeda en Irán fueran dejados en libertad, el país, estaría violando una resolución de la ONU y Washington ha dicho que eso es inaceptable.