El presidente de Guadalajara, Enrique Alfaro Ramírez, se rodeó nuevamente de los alcaldes metropolitanos que llegaron al cargo bajo el cobijo de las siglas de Movimiento Ciudadano (MC) y con esa exhibición de fuerza política usó la tonada que tanto le ha redituado en los últimos años, la de retador, la de hombre dispuesto a pelear, y advirtió que con el gusto o el disgusto del gobernador Aristóteles Sandoval van a sacar una Agencia Metropolitana de Seguridad.Para responderle a los alcaldes salieron el secretario general de Gobierno, Roberto López Lara, y el fiscal general Eduardo Almaguer Ramírez.Y después de escuchar los argumentos de ambas partes, quedan muy claras dos cosas:1. En el Área Conurbada de Guadalajara se cometen más delitos que antes y por lo tanto, sus habitantes viven más inseguros que antes.2. El choque entre las dos fuerzas políticas vigentes es evidente. Por un lado, más que MC, el alfarismo, y enfrente, el priismo que representa el gobernador Sandoval Díaz.La verdad, el tono retador de Alfaro Ramírez y la respuesta que lanzó después el fiscal “es una declaración mediática”, no cambian la claridad ni el orden de los dos puntos ya expuestos.Las estadísticas son contundentes: de enero a agosto de 2016 se han registrado 477 homicidios en la ciudad. Casi dos diarios.Y cuando no se trata de muertes, están los otros delitos, los denominados del fuero común. Según los números oficiales, sólo en los primeros ocho meses de 2016 hubo 47 mil delitos en los nueve municipios conurbados, principalmente robos. En síntesis: en la segunda ciudad del país, se registran 194 delitos por día.Y no olvide usted que estas cifras deben cruzarse con lo que afirma la última estadística oficial nacional: sólo se denuncian seis de cada 100 delitos.La situación es, sencillamente, insostenible. Es más fácil que las cosas empeoren antes que mostrar una mejoría.En este escenario, la gente pide a los presidentes municipales algunas cosas aparentemente sencillas que, sin embargo, tácitamente se admite que no podrán conseguir en los siguientes dos años de su gestión: recolección de basura, alumbrado público, calles transitables y vigilancia policiaca. Sólo eso.Los alcaldes de MC, obligados por el compromiso que hicieron en campaña, deben apoyar la iniciativa de la Agencia Metropolitana de Seguridad. Se trata de un ente público que, en esencia, permitirá concentrar la toma de decisiones y con el paso de algunos años, constituir policías municipales más homogéneas, mejor preparadas. Si las cosas salen muy bien, y debe subrayarse que ese sería un resultado que se observará en algunos años, esta agencia podría generar policías igualmente competentes en municipios tan dispares como Guadalajara o Ixtlahuacán de los Membrillos.La respuesta del Gobierno del Estado de Jalisco se ha centrado hasta ahora en señalar que el proyecto presenta inconsistencias jurídicas y de presupuesto. Claro. Hace falta dinero en cantidades considerables para que el proyecto prospere (el mismo dinero que falta, también, para que haya alumbrado público en todas las calles). Y los alcaldes necesitan del Gobierno estatal para eso.Por eso, y por otras razones, es hasta improcedente que el bloque alfarista apueste por el tono beligerante para empujar un proyecto que exige acuerdo y voluntad política.Bien lo dice el presidente de Tlajomulco, Alberto Uribe: estamos reprobados en seguridad.
