Realidades concretas

GUADALAJARA, JALISCO.- Desde que el arquitecto jalisciense Eduardo Vázquez Baeza se inició en la creación plástica, a finales de la década de los 60, ha realizado una vasta exploración técnica en la factura de sus piezas que se ha mantenido por debajo del trasfondo temático -los ejes numéricos, rítmicos, geométricos, de color y estructurales siguen coincidiendo hoy en día, igual que la meticulosidad en su elaboración, con los de antaño-, como producto de una evolución mitad intrínseca y espiritual, mitad pictórica y profesional.

Antes, en tanto que cursaba la carrera de Arquitectura en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), siguió de cerca la escuela de diseño de Bauhaus y aprendió la importancia de las retículas. De ellas dice que "están fundamentadas en cualquier elemento de la naturaleza. Son una secuela, una cadena, y esa cadena es una estructura. Todo eso me fue ayudando para crear pintura geométrica". Esta enseñanza -y herramienta- es la que modula las formas en su obra, el juego de luces y el trazo de los volúmenes.

Vázquez Baeza entró al campo de las artes plásticas con una propuesta en la que entonces solo aparecían líneas en su obra. Siguió en el camino con los "sugerentes campos de color muy definidos", sucedidos por las "modulaciones gráficas hechas a base de cuadros sueltos que podían agruparse de acuerdo al espacio propuesto" y, posteriormente, llegó la época en las que el lienzo -acero inoxidable, acrílicos y maderas con incrustaciones de oro y otros metales- enriquecía y hacía mancuerna, de manera intencional, con lo sugerido por la obra.

A los creadores pertenecientes al Grupo de los Geometristas mexicanos -Eduardo Vázquez Baeza, Vicente Rojo y Sebastián- se les ha otorgado la responsabilidad del futuro de la pintura nacional. Sin embargo, el autor asegura que lo importante de estos 40 años como artista visual no es tratar de entender un mensaje implícito o una conceptualización en su trabajo, ni siquiera seguir una tendencia, sino, más bien, producir en los espectadores un "goce visual y estético" con su obra y que con ello "las piezas adquieran un sentido más profundo que el de la simple decoración".

En octubre de este año se cumplen 40 años de que Vázquez Baeza ganara su primer galardón como artista plástico, lo que equivale al mismo tiempo dedicado de lleno al arte, pero sin descuidar sus labores como docente de la asignatura de Diseño en el ITESO y arquitecto. Para celebrarlo, el Ex Convento del Carmen acoge Realidades concretas, una muestra integrada por 30 pinturas de un metro por un metro, realizadas sobre loneta con aplicaciones de figuras de color creadas a base de acrílico, y una escultura. Estas piezas fueron creadas por el autor durante los dos últimos años y medio de su trayectoria, durante una etapa en la que averigua los cambios y tipos de colores que producen la luz.

Vázquez Baeza comenta que, "generalmente, el arte da mensajes, pero en 40 años de carrera, lo que he tratado de buscar es un equilibrio entre la belleza, lo agradable y el colorido", aunque en el fondo, en su fórmula creativa abundan el orden, los valores numéricos y los múltiplos.

"Nunca he querido manejar la opinión de la gente, estoy en contra de querer dar más de lo que uno ve. Lo que la gente capta de mi obra, es lo que tiene que captar. Si necesito explicar mi trabajo, entonces creo que he fracasado. La forma en la que hago mis cuadros es un reflejo de mi personalidad. Y lo hago no como una pretensión, sino porque así salen las cosas", puntualiza Vázquez Baeza.

La inauguración de Realidades concretas es el 3 de octubre en la planta baja del Ex Convento del Carmen (Juárez 666) a las 21:00 horas y permanecerá en exhibición hasta finales de mes.
 
Dos especialistas lo avalan
"Si pudiera hablarse del clasicismo contemporáneo en relación a lo visual, las obras de Vázquez Baeza andarían cerca de esa postura, que a fin de cuentas son resultado de una forma de ser y de ver las cosas en las que se conjugan principios como verdad, sencillez, orden", Teresa del Conde (crítica de arte).

"Arquitecto, pintor, escultor y maestro universitario. Esa diversidad de campos afines, en los que se desplaza con alegría, le permite abarcar un arco muy rico de posibilidades, que él explota con severidad y rigor autocrítico. Esto lo sitúa como uno de los mejores productores de imágenes geométricas en México", Raquel Tibol (crítica de arte).