Premios Barco de Vapor y Gran Angular

GUADALAJARA, JALISCO.- Por su acercamiento sin condescendencias y su alto nivel literario, el pasado 15 de julio fueron elegidos los autores Juan Carlos Quezadas y Mónica Brozon como ganadores respectivamente de los premios Barco de Vapor a la mejor obra para público infantil y Gran Angular de literatura juvenil, convocados por Ediciones SM junto con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).

En ambos casos, los jurados resaltaron como principales dotes de los autores premiados su sentido del humor, su claridad expresiva, su buena prosa y su profundo respeto a la inteligencia de los lectores a quienes los libros están dirigidos. Y para dar fe de ello, los dos escritores están en la FIL, donde han presentado sus premiados libros.

La obra de Quezadas, Biografía de un par de espectros, una novela fantasma, gira en torno a mutaciones: “Un niño que busca ser fantasma y un fantasma que deja de ser amante del amor para convertirse en enamorado”.
Para este autor, la obtención del Premio Barco de Vapor “era un sueño que por ahí tenía, fue muy emocionante”. Ganador del Premio Nacional de Cuento Juan José Arreola por Fotografía de la página 14 y del Premio Castillo de Novela Infantil por La videocastera ya no está a dieta, Quezadas afirma que “seducir a un niño hacia la literatura por medio de un libro es muy complicado, porque están con internet, la televisión y todas esas cosas que tienen ahora… Tiene uno que pelear con todo eso y de pronto tienes que inventarte estructuras extrañas, personajes que te hablen de una manera atrayente”.

Respecto al libro ganador del Premio Gran Angular, 36 kilos, Brozon explica que se trata de una novela cuyo tema central es la amistad entre dos adolescentes y el problema de la anorexia, contado en voz de quien lo padece. Su decisión de abordar este tema surgió después de toparse con un pequeño libro sobre este asunto en una presentación literaria. “Realmente casi no había asistencia, pero me preocupó este grave problema, pues tan solo al ver las noticias uno se puede enterar de que una modelo falleció de este mal. Entonces decidí abordarlo, en espera de dejar algo más”.

Brozon destaca que detrás de la novela, inicialmente titulada Prólogo corto para una larga pausa, hubo una investigación minuciosa sobre el tema, así como una revisión de un guión de radio que hizo hace tiempo.