Paté de Fuá: no somos Lady Gaga

GUADALAJARA, JALISCO (16/JUN/2015).- La fama llegó como esperaban, pero también los aprendizajes han sido duros de entender y de aprovechar. Para Yayo González, líder vocal de Paté de Fuá, evitar caer en la monotonía y en la zona de confort han sido retos que han caracterizado a la agrupación de origen argentino pero con espíritu mexicano, desde la primera vez que subió al escenario hace ya nueve años.

Tras lanzar “Película Muda 1”, su cuarta producción, Yayo asegura que la banda se encuentra en uno de sus mejores momentos creativos gracias al talento que manifiesta cada uno de sus integrantes: Guillermo Perata (corneta y banjo), Alexis Ruiz (vibráfono y marimba), Luri Molina (contrabajo y bajo eléctrico), Víctor Maradiaga (acordeón), Dan Mazor (saxofón) y Demián Cantilo (batería), quienes han sido responsables de que Paté de Fuá roce las mieles internacionales con giras en Europa, Asía y América del Sur, además de consagrarse con una nominación al Grammy Latino.

“Esto es una profesión de locos”, puntualiza Yayo al describir el proceso creativo que los llevó a tener hasta 50 canciones inéditas para su más reciente producción “Película Muda 1”, por lo que decidieron cumplirse el capricho de ofrecer dos álbumes para presumir la mayor cantidad de temas posibles. La segunda parte comenzará a presentarse a finales del mes de agosto.

“Pero esta vez será un concierto que repase todos nuestros discos”, añade Yayo al presumir del primer concierto en solitario que Paté de Fuá ofrecerá en Guadalajara el próximo 20 de junio en el Teatro Estudio Cavaret, donde los tapatíos escucharán en directo el resultado total de “Película Muda” en sus dos etapas.

“Tuvimos la excéntrica idea de encerrarnos en el estudio para grabar 30 canciones inéditas que dividimos en dos partes. Fue un disco muy ambicioso que nos costó mucho trabajo, hay muchos duetos, músicos involucrados, fue un esfuerzo de todo tipo durante un año y medio. Al escombrar un poco y seleccionar nos dimos que cuenta que al final teníamos entre 50 y 60 canciones y por qué no hacer un disco doble, ir contra la tendencia, hacer lo contrario”.

El vocalista, que también comparte las funciones de composición, ve a Paté de Fuá como un proyecto de vida de siete soñadores que han demostrado de que la independencia en la industria musical es posible y capaz de vender discos físicos, de sumarse a las ventas digitales e instalarse en escenarios codiciados sin la necesidad de amarrarse a contratos que le restan poder creativo a los artistas.

Solos, pero muy profesionales

Más allá de colocar a una de sus propias canciones como sinónimo de Paté de Fuá, Yayo prefiere presentar el estandarte de banda independiente como su mejor característica y elemento que lo han llevado a él y sus compañeros a la dulzura del éxito.

“Hemos tenido una vida muy productiva en la música, cada año y medio o dos sacamos un disco de más de 15 canciones, producciones muy extensas, porque nos gusta componer, no somos rockstars, somos músicos y a eso nos dedicamos”.

Pero advierte que la independencia también tiene sus caprichos que obligan al artista a también saber de administración, de finanzas, de promoción y tener la capacidad de conseguir recursos y tocar puertas hasta lograr que las metas se cumplan bajo una perspectiva realista.

“Todo tiene que ver con las ambiciones que tengas y aquí es muy complicado porque entras en esa vorágine de querer, y al entrar no puedes parar hasta que quieres ser Lady Gaga. Hay que tener consciencia de qué es lo que te gusta hacer, somos muy privilegiados, a la gente le gusta vernos y paga para ir a un concierto, compra el disco. Con eso es suficiente hay que concentrarse en lo que verdaderamente es importante: la música”.

Desde la intimidad

El acento argentino aún persigue a Yayo, a pesar de que Paté de Fuá marca un selló internacional que se aleja de las etiquetas de los géneros al optar por mezclar  jazz, tango y funk.

“Cuando hay gente que se conmueve con tu música y que le gusta escuchar tus canciones; que te cuentan en una firma de autógrafos lo qué le pasó con una canción tuya o que conoció a alguien, ese impacto es impagable para nosotros, es lo más valioso”.

El cantante y músico destaca que si algo lo enamora del público es el silencio, que contradictoriamente se crea en sus conciertos:  “Me gusta que el público sea efusivo, pero me conmueve el silencio que hay cuando hay una canción con cierta carga o propuesta de intimidad y todos comienzan a callarse, es que ocurrió una conexión profunda, eso es hermoso”.

Aunque los aplausos y halagos al talento de Paté de Fuá nunca han faltado, Yayo reflexiona personalmente sobre los amargos sorbos que el trabajo le ha hecho probar tajantemente: “Este oficio puede terminar con tu vida personal, no sé si sea ego porque creo que no es nuestro caso. Me di cuenta que uno se puede volver preso del personaje y cuando priorizas eso sobre lo personal, eso es duro, lo aprendí y espero no cometer el mismo error”.

¡ASISTE!

Paté de Fuá / 20 de junio /  20:00 horas/ Teatro Estudio Cavaret.

Boletos: Entre 500 y 250 pesos.